El Ayuntamiento de Torrevieja ha secundado este mediodía tres minutos de silencio en recuerdo de la ciudadana chilena afincada en Torrevieja, Johana Palma, quien ha estado dos meses desaparecida hasta descubrirse ayer su cuerpo sin vida en un nuevo presunto caso de violencia de género.
El alcalde, José Manuel Dolón, que ha acompañado a la madre y a algunos familiares y amigos de la fallecida en la convocatoria, ha manifestado su pesar y consternación por este caso “que nos ha tenido preocupados y pendientes durante los dos últimos meses en los que Johana ha estado desaparecida y que lamentablemente ha tenido este triste y dramático final”.
Dolón ha comentado que “existen indicios que apuntan a un episodio de violencia de género” y ha sido rotundo al afirmar que “ante situaciones como ésta no hay que callarse, hay que denunciar. El silencio es cómplice y no se justifica bajo ningún concepto. Por eso si tenemos conocimiento de que en el vecindario, en la familia o en nuestro círculo, hay violencia de género, no podemos mirar hacia otro lado porque al final los agresores terminan cumpliendo sus amenazas”.
El Ayuntamiento de Torrevieja ha colaborado durante estos meses con la Guardia Civil para localizar a Johana Palma, autorizando la limpieza de un local donde las fuerzas de seguridad sospechaban que podía encontrarse el cuerpo, ha asegurado Dolón, quien ha manifestado que “ahora lo importante es apoyar a la familia, a los hijos que deja y a su madre”. Johana tenía la doble nacionalidad chilena y española.
En la convocatoria han estado presentes miembros de la Corporación, trabajadores municipales, así como vecinos que han querido mostrar su repulsa ante este luctuoso hecho y su apoyo a la familia de la fallecida.
Su pareja confiesa el crimen
El cuerpo fue encontrado cuando agentes de la Guardia Civil realizaban una inspección en el edificio donde residía la mujer junto a su pareja y sus dos hijos, situado en calle Ramón y Cajal, número 42, enterrado en una especie de nicho cubierto después con cemento en el cuarto de contadores. Los vecinos habían alertado de la acumulación de insectos en la entrada del inmueble, lo que permitió a la Guardia Civil localizar el cuerpo de la joven de 32 años.
Los agentes detuvieron a su pareja, quien confesó haber cometido el crimen tras una discusión entre ambos. En su declaración a los agentes explicó que él le habría empujado y en la caída, ella se dio un golpe que le habría provocado la muerte. La autopsia que se realizará en el Instituto Anatómico Forense de Alicante determinará la causa de la muerte porque, al parecer, el cuerpo de la víctima no presenta signos de violencia.
La pareja y sus dos hijos de corta edad eran conocidos en el barrio de La Punta, llevaban unos 15 años residiendo en Torrevieja y parece que no existía ninguna denuncia previa por violencia de género.
Los dos hijos de la pareja, de 5 y 12 años, han quedado bajo la protección de la Generalitat mientras se evalúa su situación y se confirma si algún familiar va a hacerse cargo de ellos.
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