La exposición de la Gloriosa Enseña del Oriol estuvo cargada de emoción por la ausencia del primer Síndico nombrado a título póstumo, Eduardo López Egío, a quien su hijo, Miguel, se dirigió para recordarle que «esta noche es tuya, papá».
Miles de personas asistieron al simbólico acto ante el balcón principal del Palacio de Arneva, donde la Fiesta rindió un sentido homenaje a un hijo de Orihuela que este año no pudo estar donde siempre estuvo en una noche de tanta oriolanía. Su hijo Miguel mostró el agradecimiento de toda la familia por las muestras de apoyo y cariño recibidas, y no faltaron en su boca unos versos del universal poeta oriolano a quien tanto reivindicó su padre.
El alcalde, Emilio Bascuñana, se dirigió a Eduardo para decirle que siempre fue «un oriolano activo, comprometido con tu pueblo». También dijo que “allá donde estés, tus amigos, tus vecinos, tus paisanos, los oriolanos, queremos que esta noche sientas todo nuestro cariño, Orihuela, esa Orihuela a la que tú tanto quisiste y a la que tanto diste, quiere esta noche mostrarte todo su respeto y corresponderte, aunque desgraciadamente a destiempo pero indiscutiblemente merecido, a todas la atenciones que tú le dedicaste”. Bascuñana hizo mención a la figura del Síndico ausente para asegurar que “has pasado a ser historia de la Fiesta con el mayor de los honores”.
Durante su discurso, el alcalde dijo también que estas fiestas serán de Interés Turístico Nacional, e incluso que buscarán el reconocimiento Internacional, y entre sus palabras se dirigió al presidente valenciano, Ximo Puig, presente en el balcón del Ayuntamiento, para defender que en Orihuela «hablamos mayoritariamente castellano pero somos tan valencianos como cualquiera, cantamos el himno en castellano y no en valenciano, pero es el himno de Valencia, no solo de la ciudad de Valencia, no es el himno de la comarca de Valencia, no es solo el himno de los que lo cantan en valenciano, también es nuestro himno y lo sentimos y lo cantamos”.
Los aplausos y ese himno, junto a una imagen del Síndico sobre la fachada del Ayuntamiento, dieron paso a una noche repleta de fiesta y alegría, en unas calles por las que al día siguiente desfiló un Oriol con crespón negro en señal de luto por su Síndico ausente.
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