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«En Orihuela hace falta un poco más de iniciativa y sumar a la oferta comercial una oferta gastronómica y hotelera»

Manuel Ruiz releva a Nicanor Bascuñana tras 28 años al frente de Caja Rural Central

Caja Rural Central celebró el pasado 24 de junio la Asamblea General Extraordinaria que aprobó la nueva cúpula de la entidad oriolana que dentro de tres años será centenaria. Después de que Nicanor Bascuñana Sánchez haya ejercido durante 28 años como presidente, toma el relevo Manuel Ruiz Escudero.

Pregunta. ¿Cómo ha recibido el cargo que deja Bascuñana?
-Respuesta: Lo asumo con toda la ilusión del mundo, afrontando este nuevo reto que la Asamblea y el Consejo han decidido para que la entidad siga avanzando como lo ha hecho en estos 28 años con Nicanor Bascuñana al frente. Ese es el objetivo, pero, sobre todo, prestando un servicio y resolviendo las necesidades de socios y clientes e intentando que crezca el tejido empresarial de las zonas de Alicante y Murcia, en las que estamos presentes.
-¿Cuál es su trayectoria en CRC?
-Desde 1979 hasta 2001 he sido director general de los Servicios Agrícolas, y en enero de 2001, el Consejo decidió que pasara a la dirección general de la entidad. Ya son 37 años los que llevo en CRC. Una etapa dilatada.
-CRC es un referente en Orihuela y comarca por su cercanía al ciudadano. ¿Apuesta por que siga siendo así?
-Para una caja rural, nuestro hecho diferencial más importante es la proximidad a nuestra zona. De hecho, tenemos varias oficinas en poblaciones donde solo estamos nosotros porque el resto del sistema financiero decidió abandonar.
Creo que esa cercanía es realmente lo que la gente valora. Quien vive en Torremendo necesita tener allí una entidad para cualquier necesidad que podamos ayudar a resolver. Eso es lo que queremos seguir aportando, una cercanía que la gente valora.
-En época de turbulencias económicas, ¿cuál es el secreto de la gestión de CRC para que siga con resultados positivos?
-Una entidad va bien por la suma de muchas cosas. Una es el compromiso y la entrega del equipo humano porque tiene una gran actitud de servicio. También porque CRC tiene muy diversificadas sus actividades y hemos llevado siempre una política de todo un poco y de nada demasiado. Hemos pasado la crisis inmobiliaria porque, aunque participamos en ese sector, lo hemos hecho de forma moderada y adecuada, centrándonos en nuestra zona de actuación y para quienes viven aquí, pero no en segunda vivienda para residentes de otros países. Ese no era nuestro negocio. Por eso, no nos empachamos como le ha ocurrido a otras entidades. Por otro lado, la entidad pertenece a una asociación de 29 cajas rurales, donde tenemos un grupo empresarial que nos ayuda a seguir diversificando más nuestras actividades y participando en todos los sectores de la economía a través de nuestras 73 sucursales en Alicante y Murcia. Además de esa actividad local, estamos participando como proveedores financieros de grandes empresas como El Corte Inglés, ACS, Telefónica…
-¿Cómo es ese apoyo al tejido empresarial local?
-Siempre hemos apoyado al tejido empresarial de la zona para que crezca. Cada vez que nos plantean un proyecto nuevo, lo estudiamos y apostamos por él con el objetivo de crear riqueza y trabajo por el bien de todos. Además del apoyo económico, también lo hacemos a través del Fondo de Obras Sociales- al que destinamos una cantidad importante para otras actuaciones dirigidas a las personas.
-Al comercio de Orihuela parece que le falta algo. ¿Le daría algún consejo para que sobresalga?
Ha sido siempre un comercio tradicional, y ahora sufre la competencia de los centros comerciales. Es un reto importante seguir manteniéndose, porque el concepto de compra ha cambiado y prima el ocio para toda la familia. Se tiene que adaptar a la estacionalidad de las compras como, por ejemplo, los periodos de rebajas. También debe ir hacia la especialización y tiene que innovar. No podemos esperar a que la gente venga a comprarnos, y tenemos que poner alternativas para acercar nuestra oferta al consumidor, sea con publicidad, con actividad comercial o con una gama de productos especializados.
Si no es así, lo tiene difícil. Se dice que en la calle Mayor las ventas están flojas, pero hay comercios especializados que sí venden.
-¿El rico patrimonio de Orihuela puede contribuir a esa mejora?
-Es algo que ayuda, pero no es la panacea. A eso hay que añadir una oferta gastronómica y hotelera que es muy necesaria como complemento. Hace falta un poco más de iniciativa y creatividad como se está haciendo en otras ciudades.
-¿Uno de esos añadidos puede venir con una parada del AVE?
El tren de alta velocidad ayuda mucho al impulso económico de una zona. Una parada del AVE en Orihuela haría que tuviésemos más visitas, por ejemplo culturales. Ayuda, pero por sí solo no resuelve nada si no sumamos otras iniciativas para conseguir ese impulso que Orihuela necesita.
-Mirando a Orihuela Costa como motor económico, ¿cree que nos afectará el Brexit?
Si llegara a culminar la salida del Reino Unido de la Unión Europea, el impacto se va a producir. Cuando su poder adquisitivo llegue a reducirse, nosotros lo vamos a notar. Pero no solo eso, porque en esta zona hay muchas empresas que su principal mercado es Reino Unido, y eso también tendría un impacto importante. Si se produce de forma progresiva habrá que buscar alternativas y finalmente puede que el impacto no sea tan negativo. Yo espero que el efecto se vaya diluyendo y sea poco traumático para nuestra zona. Nos iremos adaptando.
-¿Cree que las entidades financieras han propiciado la crisis vivida en los últimos años?
-Es una acusación gratuita que no comparto. No son los únicos culpables. Las entidades financieras han intentado poner recursos a disposición de la sociedad para que inicien actividades, pero si no han sido gestionadas de forma adecuada, habría que ver la responsabilidad de la entidad, pero también la de quienes han recibido esos recursos. También es cierto que en épocas de euforia económica todos perdemos un poco la noción de las cosas, que hay que medir con la cabeza muy fría. Las cosas que técnicamente no se hacen bien, acaban pasando factura.
-Los desahucios también han creado una imagen negativa. ¿Cómo ha actuado CRC ante estos casos?
-Hemos tratado esta problemática con toda la solidaridad posible. Dicen las plataformas antidesahucios que la entidad con mejor comportamiento social en estos casos ha sido CRC. Siempre hemos analizado la situación de cada familia y hemos buscado la solución para que siga en la vivienda, con un alquiler mínimo. No se trata de presumir, pero si puedo decir que esta entidad ha tenido y va a seguir teniendo un comportamiento social ejemplar. Ya hay mucha gente que puede decir que eso es así. También hay que evitar el populismo y la demagogia y buscar siempre soluciones a un caso de desahucio. Esa es la política de la entidad y la que el Consejo ha dicho que hay que seguir para apoyar a los vecinos de las zonas donde Caja Rural Central tiene su ámbito de cobertura.
-En esta etapa de uniones y absorciones bancarias, ¿qué papel ha jugado CRC para seguir siendo independiente?
-Pertenecemos al grupo Caja Rural y tenemos la proximidad de una entidad local y el apoyo de un grupo. Creo que es una fórmula adecuada. Voluntariamente nadie se fusiona y- si lo hace- es porque hay un problema de mayor o menor envergadura. Las fusiones tampoco resuelven todos los problemas y lo que realmente vale de una empresa o entidad es su modelo de negocio, su productividad y su equipo humano. Es más una cuestión de estrategia que de tamaño y nuestro modelo es un modelo de éxito.
-¿Se sienten amenazados por la banca ‘on line’?
-Tenemos una larga trayectoria con Ruralvía, que está considerada como la mejor banca a distancia de España, y nuestro centro de proceso de datos en Madrid dicen que es el mejor del mundo. Por lo tanto, además de los avances conseguidos, seguimos trabajando para impulsar la omnicanalidad en todo el grupo Caja Rural.

Pasado y presente de una entidad nacida en Orihuela

Caja Rural Central es una cooperativa de crédito creada como Caja Rural el 24 de febrero de 1.945, aunque su origen fue la Federación de Sindicatos Agrícolas Católicos de Orihuela, constituida el 6 de junio de 1.919 por diez sindicatos agrícolas de la comarca, fecha en la que empieza a ejercer la actividad de crédito y ahorro.
El objetivo principal en su origen fue agrupar a todos los agricultores para proporcionarles los medios adecuados tanto para la producción como comercialización de sus cultivos, así como para la ayuda y defensa de sus intereses sociales, culturales y económicos.
A través de su historia, Caja Rural Central ha colaborado de modo importante en el desarrollo de esta comarca, por ejemplo con la obra de riegos que convirtió 25.000 hectáreas de secano en regadío, mediante la elevación de aguas sobrantes en la desembocadura del Río Segura y su posterior distribución a través de 230 kilómetros de canales. Las obras beneficiaron a 11 municipios y fueron inauguradas por el Rey Alfonso XIII en la pedanía oriolana de La Murada, el 4 de abril de 1925.

Con casi un siglo de experiencia, Caja Rural Central Sociedad Cooperativa de Crédito acaba de dar un paso histórico con la renovación de sus principales cargos directivos, designando a Manuel Ruiz Escudero nuevo presidente, Joaquín Ortuño Plaza como vicepresidente, y Juan Martínez Tomé como Tesorero. Tras la Asamblea del pasado 24 de junio que aprobaba esos nombramientos, el Consejo Rector designaba cuatro días después como nuevo Director General al oriolano José Víctor Guillén Albarracín, hasta ahora responsable de la Dirección del Área de Gestión Financiera y Medios y la Subdirección General.
La entidad tuvo en 2015 un resultado neto de 7,6 millones de euros, un 46,27% más respecto al año anterior. El resto de líneas de negocio también fueron favorables ascendiendo el volumen de negocio gestionado a 2.209 millones de euros, lo que representa un crecimiento del 5,72% respecto al cierre del ejercicio 2014.

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