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«No me ha costado cambiar de registro para hacer de sacerdote»

Arturo Fernández subirá este jueves al escenario del Teatro Circo para presentar en Orihuela ‘Enfrentados’

El veterano actor asturiano, Arturo Fernández, vuelve a sus orígenes teatrales con una obra que lleva representando dos años por escenarios españoles. A sus 87 años, cambia sus elegantes trajes y el esmoquin por el clériman para dirigir y protagonizar ‘Enfrentados’, una obra del norteamericano Bill C. Davis, que se estrenó en la década de los 80 en Broadway y que ha conseguido prestigiosos premios.
Cuando se abra el telón del Teatro Circo este jueves, su escenario se transformará en una iglesia católica, donde un formado sacerdote se dispone a pronunciar su homilía dominical. Es el principio de un divertido conflicto frente a un joven y rebelde seminarista.

Pregunta. ¿Qué ofrece Arturo Fernández con esta obra?
Respuesta. Es la historia de un seminarista que quiere cambiar la Iglesia con unas nuevas normas que presenta a un párroco convertido en burgués y que no quiere problemas. También le gusta el vino y califica de ‘bultos sospechosos’ a aquellos a quienes no les gusta el vino, además de que le hubiera gustado saber tocar el piano para cantar boleros. De ahí el contraste que existe entre el seminarista y el párroco al que interpreto. Es una obra de teatro con un diálogo muy inteligente donde la mayor publicidad es el público que la ha visto, y en la que cada diez minutos hay una gran sorpresa. Es una obra teatral muy respetuosa porque también yo soy católico.

¿Existe en algún momento de los diálogos la expresión ‘Con la Iglesia hemos topado’?
No, en ningún momento. Es un diálogo muy realista que además agrada a muchos sacerdotes que han venido a ver la función. Recuerdo que uno de estos sacerdotes que pasaron a felicitarnos a mi compañero Bruno y a mi, nos dijo que la obra le dejó muy impactado porque durante las dos horas de la representación es como si hubiese estado escuchando misa. Yo les pregunto si en la comedia observan algo que les pueda ofender y todos contestan que no; que es muy auténtica y que está tan bien hecha que no ofende lo más mínimo.

En su dilatada carrera ha interpretado muchos papeles, la mayoría de galán y conquistador. ¿Le ha sido difícil ahora estar en la piel de un sacerdote?
En las obras que he interpretado no he sido tan conquistador porque mis personajes han fracasado y he salido perdiendo. Al encontrar ahora un diálogo tan interesante como el que ofrece ‘Enfrentados’ no me cuesta cambiar de registro, aunque este sacerdote habla y se mueve de otra manera, sus gestos son distintos a los que puede tener un conquistador como el que interpreté en comedias tan conocidas como ‘Los hombres no mienten’, ‘Smokin’ o ‘La montaña rusa’.

¿Qué tiene esta obra para gustar por igual a un público joven y no tan joven?
Las personas que normalmente acuden a verme son personas de una edad avanzada y no tan jóvenes, pero sí que es cierto que con ‘Enfrentados’ hay una mezcla de público que en los últimos años ha ido descubriéndome gracias también a apariciones mias en programas de televisión como el de Bertín Osborne y en otras cadenas. Posiblemente arrastre a esa juventud que no me habían seguido hasta ahora. Para mí es muy grato que vengan a verme.

¿Le debe usted a la comedia o la comedia le debe a Arturo Fernández?
Los actores interpretamos lo que escribe otro y si esos diálogos valen nos lucimos más. El éxito es elegir la obra que me gusta y que gusta a la gente y no quiero cambiar de forma, aunque repito que en esta ocasión como sacerdote, el clériman me sienta muy bien.

¿Echa de menos aquella serie de televisión tan divertida como ‘La casa de los líos?
Si. Fue una pena que la cortaran, porque eran personajes muy entrañables y divertidos. Fueron más de cuatro años representando esa serie y para mí fue un verdadero placer participar en ella.

¿Cree posible ver algo de humor en la situación política actual en la que todos están enfrentados?
Joder con la pregunta. Lo que nos está ocurriendo no es motivo de risa, sino de preocupación.

¿Saldremos contentos y un poco más felices después de ver ‘Enfrentados’?
Esto sí que lo puedo asegurar y no suelo mentir porque todo lo que soy, poco, mucho o nada, se lo debo al público. Le tengo muchísimo respeto y procuro siempre que la próxima comedia que haga sea superior a la que estoy haciendo. Por esa razón, intento por todos los medios que no defraude. Recomiendo ver esta obra en un lugar de tanta belleza como es el Teatro Circo de Orihuela. Seguro que el espectador tardará en olvidarla porque además de ser una comedia divertida para pasarlo bien, tiene un final sorprendente que no le voy a desvelar.

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