- Advertisement -

Extreman las actuaciones frente a la proliferación de mosquitos ‘tigre’ tras las últimas lluvias

Con el repunte de las temperaturas y la llegada del verano, aparecen también los molestos mosquitos y las repulsivas cucarachas, además de que los roedores se atreven a salir más a la superficie. Las lluvias de esta primavera y ahora el calor, convierten estos días en caldo de cultivo para la eclosión de los huevos de insectos, que ya nos están haciendo compañía.

Son numerosos los vecinos de Orihuela ciudad, pedanías y costa que ya han mostrado su queja al Ayuntamiento o lo han hecho a través de redes sociales por la acumulación, principalmente de mosquitos, en determinadas zonas.

Las concejalías de Sanidad y de Medio Ambiente se reparten la lucha contra insectos, roedores y otras especies, correspondiendo a la primera la prevención y control de aquellos ‘bichos’ rastreros, mientras que la segunda se ocupa de las especies voladoras como es el caso de las distintas especies de mosquitos.
En Orihuela, las campañas de control de mosquitos y quironómidos las viene realizando desde hace más de 15 años la empresa CTL Sanidad Ambiental con un contrato que supone la inversión de unos 80.000 euros anuales, según informa el concejal de Medio Ambiente, Miguel Ángel Fernández.

El edil señala que la extensión del término municipal «dificulta controlar todos los focos», pero asegura que la experiencia «hace que se conozcan y tengan localizados los más importantes, que es donde se actúa en primer lugar teniendo en cuenta los ciclos biológicos». A estas actuaciones que entran en el calendario anual, hay que sumar las que se realizan tras el aviso de cualquier persona que alerte de la excesiva presencia de alguna especie de insecto, con lo que Fernández califica de «primordial» la participación ciudadana para detectar nuevos focos, llamando al Ayuntamiento o a través de la aplicación ‘Orihuela en tu mano’.

El peligroso mosquito tigre
La mayor parte de las actuaciones se vienen centrando en las últimas semanas en el control de las especies hematófagas, principalmente el ‘Aedes albopictus’. Su nombre se debe a la franja blanca que tiene en la cabeza y las patas, por lo que también se le denomina ‘tigre’; peligroso por el riesgo sanitario que entraña su picadura, que además de dolorosa produce un enrojecimiento o hinchazón. Actualmente hay equipos de la empresa CTL trabajando tres días a la semana en Orihuela para conseguir este objetivo.

Junto al control periódico de más de un centenar de focos y de las fumigaciones localizadas tras las lluvias en zonas con agua estancada como azarbes y canales, e incluso en imbornales donde proliferan las larvas, el concejal oriolano de Medio Ambiente pide la colaboración ciudadana teniendo en cuenta que este insecto se reproduce generalmente poniendo sus huevos en pequeños puntos de agua, como los que puede haber en nuestras casas en un plato bajo la maceta o hasta en los bebederos de las mascotas. En esos lugares, una hembra puede poner cerca de un centenar de huevos cada seis o siete días.

Esta concejalía puso en marcha otro medio para luchar contra el mosquito tigre, con la instalación de cajas cajas-refugio para murciélagos y nidales de golondrinas en las inmediaciones del cauce del río, ya que estos pueden consumir hasta 1.000 mosquitos en una noche, convirtiéndose en grandes colaboradores para controlar esta plaga.

Otro servicio que retoma la empresa esta semana es la desinfección de los lavapiés de las playas.
Ante la proliferación de los mosquitos durante este verano, lo recomendable y la única solución es protegerse, evitando la exposición utilizando principalmente pantalón largo, en particular durante la puesta de sol, momento en que los mosquitos están más activos, aunque el ‘tigre’ pica durante todo el día. Otra opción es utilizar repelentes que protegen a las personas más sensibles, como son los niños o las personas de mayor edad.

La incordiante mosca blanca
Mayo, junio y julio son los meses con mayor probabilidad de presencia de mosca blanca, meses con menos lluvias y elevadas temperaturas que generan las condiciones para esta dañina plaga para la agricultura, especialmente hortalizas.

Como reconoce el concejal de Medio Ambiente, «esta especie es difícil de prevenir, porque con los tratamientos en las plantaciones se desplaza fuera y se traslada hasta entornos urbanos». Fernández señala que la mosca blanca no pica, pese a las molestias por las nubes que llega a formar en ciertas zonas.

Así pues, la época de los mosquitos ha llegado y aunque su incidencia parece menor que otros años, las condiciones climatológicas pueden hacer que todo cambie y tengamos episodios puntuales de mayor proliferación de mosquitos.

Como edil de Medio Ambiente, Miguel Ángel Fernández, espera «que las campañas funcionen bien y haya menos que otros años».

Los comentarios están cerrados.