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El excesivo número de inmuebles en ruina coarta la propuesta de Patrimonio de la Humanidad

Pasear por el casco histórico de Orihuela debería ser una experiencia única. Adentrarnos por sus calles tendría que hacernos sentir admiración por ese entorno singular que pocas ciudades de la Comunidad Valenciana, e incluso de España, atesora.
Sin embargo, esa satisfacción se convierte en desconsuelo cuando nos encontramos frente a tantos inmuebles, palacios, iglesias y casas sobre los que continúan pasando los días sin que se desarrollen actuaciones que eviten su constante e imparable deterioro.
Están en cualquier punto del casco histórico: en la calle Adolfo Clavarana, en la Mancebería, en la calle de La Feria, en calle Barrio Nuevo, en la misma Plaza del Carmen, y si avanzamos unos metros más advertiremos un claro ejemplo de abandono en el emblemático Palacio de Rubalcava.
En su mayoría, esas viejas edificaciones, que rondan un centenar de años de antiguedad en algunos casos, son de titularidad privada, pero hay otras muchas cuyo propietario es el Ayuntamiento.
En el recorrido realizado por un redactor y un fotógrafo de Activa, fueron varios los vecinos que mostraron su malestar por la respuesta municipal ofrecida tras alertar estos del peligro por desprendimientos de fachadas y cornisas, «porque colocan unas vallas metálicas para cercar la zona y se olvidan». «Hay casos denunciados hace cinco años» según sostienen.

La Luz de las imágenes
Orihuela recibió del Consell más de 8 millones de euros en el año 2002 para la rehabilitación de los cinco monumentos que albergaron la exposición ‘La Luz de las imágenes’. Años antes, en 1995 se creó la Oficina para la Rehabilitación del Centro Histórico, que otorgó subvenciones a particulares para que acometieran reformas en los viejos y deteriorados edificios, pero que acabó siendo investigada por supuestas irregularidades en las obras emprendidas.

Asignatura pendiente
El anuncio del alcalde, Emilio Bascuñana, de que uno de los pilares de su gobierno será la rehabilitación del casco histórico oriolano reabre una asignatura pendiente que los últimos gobiernos municipales han querido pero no han podido poner en marcha, principalmente por la falta de presupuesto para emprender tal proyecto.
En los últimos días, el equipo de gobierno ha buscado el consenso de la oposición para sacar adelante una moción institucional que iniciara los trámites para solicitar a la UNESCO la declaración de Patrimonio de la Humanidad, pero que también sirviera para solicitar subvenciones europeas al amparo de un plan de Desarrollo Urbano Sostenible Integrado, un proyecto que debe presentarse como máximo este miércoles, 13 de enero.

Los planes del gobierno local encabezado por Bascuñana ya se han topado con la oposición del grupo municipal Cambiemos Orihuela, desde donde han denunciado «el abandono brutal» del patrimonio histórico, asegurando que se debe a «decisiones políticas de gobiernos locales y autonómicos que han situado otros negocios, por encima de la conservación y revitalización del patrimonio».
La formación de izquierdas defiende que el objetivo de Orihuela «no ha de ser el galardón de ciudad Patrimonio de la Humanidad, sino revitalizar el casco histórico, recuperar edificios abandonados, dándoles usos comunitarios, y elaborar un abordaje integral que recupere la dignidad de nuestra historia y patrimonio con políticas audaces, estrategias, debates y participación pública».

Por su parte, el grupo municipal del PSOE presentó, en el Pleno de noviembre pasado, su propuesta para acabar con la imagen de degradación del patrimonio oriolano, consistente en crear una línea de subvenciones para los propietarios de construcciones y viviendas del casco histórico que ayuden a acometer actuaciones de reforma.
La iniciativa es continuidad de la Ordenanza de Inspección Técnica de Edificios aprobada en la anterior legislatura y que ha permitido eliminar elementos inseguros de casi un centenar de viviendas que han acusado una notable falta de mantenimiento, además de recuperar las fachadas de edificios y mejorar así la estética del casco histórico de Orihuela.
La portavoz socialista, Carolina Gracia, afirma «que no es el momento de vender la declaración de Orihuela como Patrimonio de la Humanidad, porque los oriolanos no lo entienden viendo el actual estado de nuestro patrimonio».
La edil pide al equipo de gobierno una política «realista» y demanda una partida económica en el presupuesto anual para esa finalidad. Los socialistas reiteran su apuesta por la rehabilitación del casco histórico y recuerdan que «dejamos una partida para el palacio de Rubalcava». Proponen la creación de un grupo de trabajo «que incluya a otras administraciones, como la Generalitat, e incluso representantes de la sociedad, para elaborar un Plan Director para trabajar durante los próximos años y conseguir ese objetivo».

Para el portavoz de Ciudadanos, Juan Ignacio López-Bas, es necesario tener «voluntad y financiación». El edil desvela que la estrategia europea DUSI contempla una inversión de 15 millones de euros entre 5 y 7 años de vigencia, que se complementarían con una cantidad similar por parte del ayuntamiento. López-Bas recuerda al alcalde que dos de los mas importantes inmuebles en mal estado son municipales: el Palacio de Rubalcava y el Centro Cultural Miguel Hernández. Sobre la declaración de Patrimonio de la Humanidad, dice que es «el objetivo final, porque hay que poner una meta para marcar las actuaciones».

Por su parte, la edil de Foro Demócrata, Pepa Ferrando, ha pedido al equipo de gobierno «que comience a trabajar y cuantifique un presupuesto para iniciar la rehabilitación, y que no empiece la casa por la ventana». Ferrando ha pedido a los responsables municipales «respeto con el patrimonio».

Punto de partida
Para el alcalde de Orihuela, Emilio Bascuñana, resulta «incomprensible» la actitud que algunos portavoces de grupos de la oposición plantearon en la reunión para consensuar esa moción, que, de forma institucional, pretende ser el inicio del proyecto para poder demandar esa declaración de Patrimonio de la Humanidad, «porque lo que piden es lo que nosotros proponemos».
Según Bascuñana la propuesta de acuerdo de la moción «es un punto de partida que contempla establecer los trámites oportunos que sirvan para iniciar el expediente, y crear un grupo de trabajo en el ayuntamiento que determine el camino a seguir para ese objetivo».
El alcalde entiende que en este proyecto «debe participar toda la sociedad oriolana, y no solamente los expertos».
El máximo responsable municipal ha pedido a la oposición «que no tengan miedo a pedir la declaración de Patrimonio de la Humanidad», al tiempo que les conmina a leer atentamente la moción «para dejar de confundir a los oriolanos y ponernos de acuerdo para comenzar a trabajar y que, algún día, Orihuela sea Patrimonio de la Humanidad».

«Vamos a trabajar con ilusión e interés en la rehabilitación del casco histórico de Orihuela»

El alcalde oriolano, Emilio Bascuñana, confirma que el presupuesto de este año y del resto de la legislatura «incluirá partidas importantes para actuar en el casco histórico». En este sentido, Bascuñana insiste en la intención del equipo de gobierno que preside en «trabajar con ilusión e interés la rehabilitación del casco histórico»
La estrategia del gobierno municipal pasa por las partidas contempladas en las cuentas municipales, que ascenderían a unos 2’7 millones de euros, pero también por las subvenciones europeas DUSI, que se podrían conseguir para un periodo de cinco años y conseguir una actuación integral en la zona «para que tenga vida propia», y sea una oferta turística.
Bascuñana se muestra decidido a acometer el proyecto para sacar de su letargo al casco histórico, y tal como asegura, «si no se consiguen esas subvenciones, necesitaremos el doble de tiempo, pero las acometerá el ayuntamiento».
En cuanto a las partidas que recogerá el presupuesto municipal, se destinarán a la mejora y rehabilitación de fachadas, a intervenir de forma subsidiaria si el propietario del inmueble no puede hacer frente a esa obra, a la reurbanización de entornos (como el inminente cambio de adoquinado en Plaza Teniente Linares y calles cercanas), y a elaborar proyectos de rehabilitación y mejora de inmuebles. Tampoco olvida el alcalde el Palacio de Rubalcava, al que se le pegará este 2016 «un empujón importante y casi definitivo» gracias a 750.000 euros de remanente.

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