Llevan más de un año reivindicando que el Ayuntamiento asuma el servicio de atención temprana que se presta a unos 140 niños y niñas, y aunque no pierden la esperanza de conseguirlo, no ven un final fácil y cercano para este asunto.
«Son los padres coraje de DINOCO», como se oyó en la concentración que tuvo lugar el pasado sábado en el Casino y posteriormente en la Glorieta de Orihuela, a la que acudieron cerca de 500 personas para mostrarles su apoyo.
Padres que forman la asociación que gestiona un servicio prestado gracias a unas subvenciones municipales que se abonan con retraso y que les ha ocasionado el pago al estado de miles de euros en recargos debido a la demora en el abono de los seguros sociales de la docena de trabajadoras que atienden a sus hijos e hijas.
«No aguantamos más y así no podemos continuar», como reconoce la presidenta de DINOCO, Laura Tomás, para quien la respuesta ciudadana «ha sido espectacular y estamos muy agradecidos a todos los que nos estan apoyando incluso en las redes sociales».
En el comunicado que se leyó en el Casino Orcelitano, los padres aseguraron que les preocupa «y mucho» el futuro de sus hijos, porque según advertían «un tercio de los niños que reciben atención temprana en Orihuela están en situación de riesgo de exclusión social». También expresaban que, durante ese largo año de lucha «nos hemos sentido desplazados y ninguneados por quienes nos gobiernan».
Preparados para el sábado
La del sábado no era la primera ni será la última de las protestas convocadas desde DINOCO, y aunque tienen permiso para una nueva que sería el próximo sábado en la Glorieta, todo depende de la actitud que muestren los responsables municipales tras proponer los padres la convocatoria de una mesa de trabajo «para encontrar una salida a esta situación que se está alargando demasiado en el tiempo», según la responsable del colectivo que gestiona el centro.
A los 25 concejales que forman la Corporación oriolana les han pedido directamente «que hagan una apuesta pora cooperar y encontrar una salida a esta difícil situación para nosotros».
Tres días antes de la protesta, el alcalde, Emilio Bascuñana, anunció que esta semana se convocaría a los grupos municipales y a los padres a una reunión «en la búsqueda de la mejor solución para la gestión del servicio de atención temprana».
Bascuñana conminó al resto de grupos municipales «a que no se busque el oportunismo político con este tema tan sensible», algo en lo que parece todos están de acuerdo, aunque es fácil intuir que en la práctica vaya a ser así.
El informe de Intervención
Los padres piden que el Ayuntamiento gestione directamente el servicio, y los cinco grupos municipales parecen dispuestos a ello. Pero la propuesta para que sea a través de la sociedad municipal Uryula Histórica no cuenta con el informe favorable del interventor, que considera esa competencia como «impropia» de un ayuntamiento y asegura que generaría una situación económica insostenible si se crea una estructura permanente para ese servicio.
En este punto, el edil de Ciudadanos, Juan Ignacio López-Bas propuso llevar a Pleno una moción para aprobar la gestión directa del servicio aún en contra del informe, pero la portavoz socialista, Carolina Gracia rechazó esa posibilidad «porque sería considerada nula de pleno derecho».
Desde Cambiemos Orihuela son partidarios de municipalizar los servicios básicos pero tampoco parecen dispuestos a ir en contra del interventor. Junto a Gracia, Karlos Bernabé pidió explicaciones al alcalde sobre las decisiones adoptadas y conocer también en qué punto se encuentra la solución para la atención temprana.
Mientras todo esto sucede, el fantasma del cierre vuelve a estar presente entre los padres de DINOCO, quienes ya han anunciado que pondrán en manos de asesores esa posibilidad, lo que dejaría a 140 menores de 0 a 6 años sin un servicio básico para su desarrollo.
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