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El destrozo en las oficinas de la protectora pone en peligro la atención a los animales

Los voluntarios que atienden el Centro de Protección Animal que gestiona ASOKA en la pedanía de San Bartolomé, se llevaron este lunes la desagradable sorpresa de encontrar las oficinas destrozadas.

Los responsables de la asociación han denunciado el robo de una cantidad de dinero en metálico y los importantes daños causados.

Los asaltantes accedieron a las oficinas rompiendo una valla y una ventana, para destrozar después varias puertas y revolver toda la documentación y fichas de los animales, llegando incluso a dejar abierto el frigorífico donde guardan medicinas, vacunas y analíticas cuyo valor ronda los 600 euros, y que han quedado inservibles.

Los autores no se llevaron ni el material informático de las oficinas ni el material de asistencia sanitaria, por lo que se deduce que solo buscaban dinero en efectivo que corresponde a donativos aportados por colaboradores para la atención de los 250 animales que alberga el centro, entre perros, gatos, ponys y cerdos, que no llegaron a sufrir ningún daño, según explican los voluntarios de la protectora.

Desde este colectivo hacen un llamamiento a quienes deseen colaborar y aportar un donativo para poder adquirir de nuevo las vacunas que necesitan los animales.

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