El presidente de Cámara Orihuela reclama más ayudas que «no requieran de excesiva burocracia» para las empresas que siguen activas tras un año de pandemia y que se paralice el pago de impuestos
Preside de forma oficial la Cámara de Comercio e Industria desde 2018. El año próximo completará su primer mandato y lo hará tras enfrentarse a los momentos más delicados que ha vivido la institución cameral desde su fundación, allá por los inicios del pasado siglo (1901). Tanto es así que le ha tocado revertir una profunda crisis tanto económica como institucional, dentro de la propia entidad, tras tocar fondo con las cuentas en negativo y cuantiosas deudas que afrontar. Superado este escollo y lograda cierta estabilidad, sobreviene una pandemia, algo que nadie podría preveer. Por fortuna, hoy la Cámara de Comercio afronta este inesperado reto con fortaleza y ganas de servir de altavoz a las demandas y necesidades del tejido productivo y empresarial. La tarea no es sencilla, porque los nubarrones se ciernen sobre el horizonte económico de todo el país, máxime en áreas geográficas como la levantina donde el turismo y los servicios son motor principal. Ahora bien, Mario Martínez tiene claro que la función que, en estos momentos, puede desempeñar la Cámara va a resultar de vital importancia al actuar como canal y catalizador de la actividad económica local y comarcal.
Pregunta: A punto de cumplir un año desde el confinamiento de marzo de 2020 y con los últimos datos económicos sobre la mesa que hablan de una caída del PIB sólo equiparable a la registrada tras la Guerra Civil ¿Qué análisis general puede ofrecernos de la situación?
Respuesta: No creo que descubra nada si digo que la situación es muy mala.
Hemos conocido los datos del último trimestre del año y en la Vega Baja tenemos 163 empresas menos inscritas en la Seguridad Social que en el trimestre anterior. Perdemos tejido empresarial y, con él, empleos.
Llevamos un año de pandemia y ahora mismo en nuestra zona estamos peor que nunca, tanto a nivel sanitario como a nivel económico. No obstante, no podemos olvidar que esto no es nuevo, puesto que llevamos perdiendo tejido empresarial desde 2014.
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P. Si nos circunscribimos a la comarca y, en concreto a Orihuela, con una actividad económica con fuerte dependencia del sector turístico y de servicios ¿Cuenta con alguna previsión de cuál puede ser la evolución económica de los próximos meses?
R. La evolución económica depende de cómo evolucione la pandemia y del ritmo de la vacunación. A nivel empresarial, en Orihuela y en la Vega Baja, hemos demostrado nuestra capacidad de resiliencia, pero esta vez dependemos de un virus del que todavía se desconoce mucho, y a veces se toman decisiones dando palos de ciego. La Semana Santa, a nivel turístico, ya se da por perdida, pero esperamos que la situación sea mejor de cara al verano. Nuestro fuerte siempre ha sido el sol y la playa, y afortunadamente, seguimos contando con ambos para poder salir adelante. No entendemos medidas como el cierre de los campos de golf, un deporte que se juega al aire libre y que no supone concentración de personas. Pero nuestro modelo está diseñado para que todo gire en torno a una rueda a la que le ha entrado una piedra llamada Coronavirus que desde Cámara Orihuela esperamos que podamos quitar lo antes posible. A esto hay que sumar que las zonas industrializadas se comportan mejor económicamente.
P. Autónomos y pymes pueden acceder ahora a una serie de ayudas puestas en marcha por la Generalitat dentro del ‘Plan Resistir’. ¿Qué opina de estas medidas de apoyo? ¿Cree que son suficientes o se debería ser más ambicioso en la estrategia de ayudas directas al igual que se ha hecho en otros países?
R. Cualquier ayuda es bien recibida. La Generalitat Valenciana se ha puesto manos a la obra con todo lo que se refiere al Plan Resistir y cuenta además con la adhesión, en la parte que les toca, de la Diputación Provincial de Alicante y de los ayuntamientos. No obstante, ahora mismo estamos hablando de dar un respiro a las empresas afectadas. Desde Cámara Orihuela esperamos más ayudas y sobre todo, que no requieran excesiva burocracia, y que a través del Gobierno y del resto de administraciones se programen líneas de apoyo económico a las empresas con dificultades, empresas que han sido viables hasta marzo de 2020 y que hay que salvar, porque 12 meses después siguen activas. Entendemos también que hay un sector totalmente hundido que es el turístico y al que habría que apoyar en su conjunto.
P. Muchos autónomos y pymes, en especial de sectores obligados al cierre, exigen que se les exonere del pago de impuestos. ¿Cree que esta demanda es justa?
R. Por supuesto. Nadie puede pretender que una persona autónoma o una pyme haga frente, con ingreso cero, a los mismos gastos que si estuviera trabajando. Si no se exonera del pago de impuestos, al menos en parte, muchos de los que se han visto abocados a cerrar por las medidas sanitarias no volverán a abrir, y eso es precisamente lo que no queremos, porque, de un negocio, por pequeño que sea, depende mínimo una familia, y de ahí en adelante. A nadie le gusta cerrar ni estar inactivo, todo el mundo lo ha hecho por obligación, con lo cual, por obligación también se debería paralizar el pago de impuestos.
P. Cualquiera que pasee por Orihuela en estos días observará un reguero de cierres de pequeños comercios ¿Cree posible frenar esta tendencia?
R. Todas las tendencias se pueden cambiar. Con esto quiero lanzar un mensaje de optimismo, porque no hay nada perdido. Simplemente hay que tener un plan económico y un plan de regeneración comercial para la ciudad. Si unimos a administraciones, empresas y sociedad para crear ese plan, Orihuela tiene futuro. Difícil, sí. Imposible, no.
P. ¿Considera que esta pandemia supondrá un cambio sustancial en la forma de consumir y de relacionarse de la población?
R. Esta pandemia ha cambiado el planeta en todo. En la forma de relacionarse, en la de trabajar, de vender, de ofertar, de viajar… Nos ha cambiado en todo y además de una forma acelerada. Se hablaba hace un año de digitalización o de venta online, y este año todo se ha acelerado. Vamos a asistir a un nuevo escenario donde las empresas que no entren dentro de esa nueva normalidad se quedarán fuera. La parte positiva para nuestra ciudad: que probablemente se recuperen nuestras tradiciones, las plazas, los paseos, formas de ocio diferentes.
P. Desde que se declarara la pandemia, la dicotomía economía o salud ha desatado un fuerte debate. ¿Qué opina usted al respecto? ¿Hay economía sin salud, salud sin economía?
R. Son inseparables. No hay economía sin salud ni salud sin economía, y para que ambas cosas funcionen necesitamos una economía fuerte y un sistema de salud que sea capaz de responder a las necesidades de la sociedad. Desde el sector empresarial nos esforzamos a diario para ser capaces de tener esa fuerza y demostrarla, con lo cual consideramos que desde la administración pública también deben redoblarse los esfuerzos para que nuestra sanidad sea fuerte, dotando al personal sanitario. que está en primera línea y que ya nos ha demostrado su compromiso, de los medios que necesita para que la atención sea la adecuada. Lo que nos tenemos replantear es qué sistema de salud queremos para el futuro y qué modelo económico queremos para este país. Ahora mismo, la República Checa está por delante de España en el PIB europeo. Tenemos que replantearnos qué país queremos y qué queremos poner en valor: nuestras tradiciones, nuestra cultura… Y sobre todo a nuestras empresas, que son las únicas que nos pueden sacar de esta situación.
P.: Imaginamos que recordará los efectos de la crisis de 2008 sobre la Vega Baja ¿Qué diferencias cree que existen entre aquella situación y la actual? ¿Opina que la recuperación de la actual será rápida como apuntan algunas voces?
R.: La crisis de 2008 fue una crisis financiera provocada por el sistema financiero americano que afectó a todo el mundo desarrollado, en especial a los sectores de la construcción y al bancario por las hipotecas ‘subprime’ o basura. La crisis que hoy nos afecta es mucho más lesiva, porque abarca más sectores y no tiene una receta económica como la de 2008. En 2008 se rescataron bancos, empresas e incluso estados. En este caso, no es una cuestión de rescate económico, es una cuestión de rescate económico y de I+D+i, un sector que ha adolecido de infrafinanciación históricamente en nuestro país. Vemos que quienes lo hicieron tienen sus propias vacunas y son más fuertes. España no lo hizo y está sufriendo más esta pandemia.
Desde Cámara Orihuela, desde el mundo empresarial, abogamos por más inversión en investigación y desarrollo y por la creación de una industria propia para poder tener mejores armas de cara al futuro para posibles nuevas pandemias.
P.: El pasado lunes 1 se puso en marcha la línea de Alta Velocidad Madrid- Monforte del Cid-Elche- Orihuela. ¿Qué puede suponer este logro para Orihuela y la Vega Baja? Se habla de hito histórico y de oportunidad única. ¿Estamos preparados para aprovecharla?
R.: La llegada del AVE supone que Orihuela esté en el mapa de la alta velocidad. A dos horas y veintidós minutos de Madrid, un empresario puede desayunar en Orihuela, comer en Madrid y volver a su casa a la hora de cenar. La conexión debe ir más allá y acabar el Corredor Mediterráneo de La Junquera a Algeciras, tanto en pasajeros como en mercancías, y muy importante, debemos de vertebrar nuestra comarca para que el 60% de nuestra población que vive en la costa pueda tener acceso a este servicio. De esa manera, conseguiremos que la infraestructura sea rentable, tenga un retorno para la sociedad, genere empleo, genere riqueza y mejore nuestra calidad de vida. Desde Cámara Orihuela defendemos la zona de actividades logísticas en San Isidro como plataforma logística fundamental para nuestra industria agroalimentaria, y ayudar, con este apoyo, a la lucha contra el cambio climático. Esta plataforma contribuiría a reducir emisiones de CO2 y, con ello, mitigar el cambio climático. Estamos preparados para aprovechar esta gran ocasión y lo estaremos más cuando termine esta pandemia.
P.: Por último, como presidente de Cámara Orihuela, ¿qué mensaje le lanzaría a autoridades y ciudadanos, en general?
R.: El mensaje es claro, todo el mundo tiene que trabajar en el mismo sentido y en la misma dirección si queremos salir lo antes posible de ésta.
Desde Cámara Orihuela solo hemos trabajado para defender los intereses de la comarca y de Orihuela; por estar presentes en todos los centros de poder, tanto en Madrid como en Valencia o en Bruselas. Pensamos que es fundamental la creación de esa Mesa Comarcal que luche unida por los 27 municipios. Pensamos que es fundamental administrar de otra manera los fondos públicos que esos 27 municipios generan cada año. Pensamos que mancomunar servicios entre los distintos pueblos de la comarca sería mejorar la competitividad de nuestro territorio, y permitiría abordar problemas de infraestructuras no realizadas en los últimos 30 años. En definitiva, dar un mejor servicio. Para eso solamente se necesita generosidad por parte de los 27 alcaldes, que piensen que juntos llegaremos más lejos.
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