El Orihuela Club de Fútbol ha agotado ya todo el margen de error que le podía quedar, y ya no tiene más remedio que ganar los cuatro partidos de liga que quedan y esperar el tropiezo de los rivales que están por encima para acceder a la cuarta plaza que le permita jugar la promoción de ascenso a Segunda División B.
El Castellón, equipo que ocupa ese puesto, empató el sábado, por lo que los escorpiones tenían la oportunidad un día después de acercarse a sólo tres puntos y con el golaveraje a su favor, situación que habría puesto emoción al tramo final de liga.
Para ello tenía que vencer en el campo del Buñol, uno de los equipos que está luchando por mantener la categoría, pero no fue capaz. El empate final sin goles mantiene a los oriolanos a cinco puntos por debajo del Castellón, pero con el peligro de que ahora el Alzira le ha empatado a puntos en esa lucha por llegar a los play off.
Quedan 12 puntos en juego en cuatro partidos en los que el equipo de Frank Castelló debe reducir esa ventaja de cinco puntos que le lleva el Castellón, así como superar al Villarreal C que también está con dos puntos por encima para alcanzar el objetivo. Las opciones matemáticas siguen existiendo, pero cada vez resulta más complicado conseguir el propósito.
La primera prueba de fuego llegará el domingo a partir de las cinco y media de la tarde, donde el Orihuela recibe al Paterna. Recambios Colón, Rayo Ibense y Jove Español serán los tres últimos rivales de los oriolanos en la competición regular.
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