La Asamblea de Cruz Roja Orihuela pasa de repartir un día a la semana a cuatro, agota las existencias que tenía para tres meses, y ahora se sirve de donaciones y fondos propios
Cáritas alerta de la escasez de productos frescos para proveer a los hogares como
Con la población confinada desde hace algo más de un mes y con numerosos negocios cerrados, comienza a brotar una de las consecuencias más inmediatas de la emergencia sanitaria sin precedentes que se vive en España: la grave crisis económica que comienza a gestarse y que ya nadie niega. Desde que el Gobierno de España instaurara el Estado de Alarma, la tasa de desempleo no deja de crecer, día tras día, y son cada vez más las familias que se han quedado sin su principal fuente de ingresos.
A la espera de que se ponga en marcha una Renta Mínima que permita a muchos hogares contar con medios económicos para subsistir, son, una vez más, organizaciones solidarias, como Cruz Roja y Cáritas Inteparroquial, las que se sitúan en primera línea de batalla, junto a los Servicios Sociales de los Ayuntamientos, en este caso, el de Orihuela.
‘Activa Orihuela’ ha contactado con estos colectivos. Todos ellos apuntan a que la demanda de alimentos se ha disparado de forma exponencial. Y para muestra, un botón. En la Asamblea de Cruz Roja Orihuela, voluntariado y personal no dan abasto. Han pasado de repartir lotes de alimentos y otros productos básicos de un día a la semana a cuatro. Es más, su directora técnica, Pilar Ibáñez, explica que han agotado, en apenas mes y medio, las existencias que recibieron a primeros de marzo del Banco de Alimentos, en total 19.000 kilos, y que debían ser suficientes para cubrir la demanda asistencial habitual hasta junio, cuando estaba prevista la próxima entrega. «Por el momento, nos vamos sirviendo de las donaciones que nos van llegado y también de compras que efectuamos con fondos propios», detalla.
Pilar no duda al afirmar que, en las últimas semanas, la demanda de alimentos «se ha triplicado o hasta cuadriplicado». «Desde que el pasado 14 de marzo se decretó el Estado de Alarma, en la Asamblea local abordamos la redistribución de nuestras tareas para responder a la emergencia social que sabíamos estaba por venir». Desde entonces, el trabajo es frenético. ‘Cruz Roja Responde’, como bien indica su nombre, atiende las peticiones que llegan a la entidad ya sea a través de visitas presenciales a las oficinas de la asamblea, que abre de 10 a 13 h (de lunes a viernes). en la calle San Agustín, como a través del servicio de atención telefónica y de la web de la organización. A esta ingente tarea, suman un servicio de gestiones, acompañamiento y compras para mayores o personas pertenecientes a colectivos de riesgo que no cuentan con una red de apoyo familiar. De igual modo, se mantiene la atención continúa a los usuarios habituales, a víctimas de violencia de género, la asistencia domiciliaria y la teleasistencia. «Llamamos todos los días a nuestros mayores para asegurarnos de que están bien y darles recomendaciones sanitarias preventivas». Asimismo, «hemos puesto en marcha también un servicio de intervención psicológica», muy necesario dada las múltiples secuelas en la salud mental que la actual situación de crisis puede ocasionar en buena parte de la población.
Cáritas Interparroquial, otro de los pilares de la ayuda asistencial a colectivos vulnerables, confirma que, por el momento, cuenta con existencias de alimentos no perecederos suficiente para atender el progresivo incremento de la demanda. Si bien, su presidente, Manuel Sáez, apunta que la escasez la sufren en el estocaje de productos frescos, principalmente de frutas y hortalizas, alimentos de primera necesidad también para cualquier hogar. Por ello, lanza un llamamiento a empresas del sector que cuenten con excedentes o que quieran colaborar. Y es que tanto para Cáritas como para Cruz Roja, cualquier donación es bien recibida y supone un gran alivio.
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