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Respaldo institucional, político y agrario para que el cultivo del cáñamo vuelva a la huerta de la Vega Baja

La huerta de Rojales ha vivido este sábado una jornada histórica que no se había producido desde hace décadas para mostrar una siega de cáñamo. El acto organizado por la Escuela Municipal del Cáñamo de Callosa y los ayuntamientos de Rojales y Callosa de Segura, registró un gran apoyo institucional, político y del sector agrario con el fin de recuperar para la comarca este cultivo alternativo, rentable y con más de 50.000 productos derivados.

En el evento han participado numerosos agricultores en activo o jubilados que han recordado este antiguo trabajo, que dejó de practicarse a mediados de los años 50 como consecuencia de la sustitución de los productos derivados del cáñamo por materiales sintéticos.

En el acto estuvieron presentes entre otros, el alcalde de Rojales Antonio Pérez, y las concejalas de Cultura Inmaculada Chazarrra y de Turismo, Edelmira Andreu, junto a los alcaldes de Callosa de Segura, Francisco Maciá y de Rafal, Manuel Pineda.

El respaldo del sector agrario para el regreso del cáñamo a la huerta estuvo patente con la presencia de los representantes de los Juzgados de Aguas de Rojales, Terencio Huertas, de Orihuela, Joaquín Parra; de Callosa, Pascual Gómez; de Almoradí, Daniel Martínez y de Catral, José Gómez.

También asistieron los cronistas oficiales de Torrevieja y de Sepúlveda, Francisco Sala y Antonio Linages, respectivamente.

Reseñar la presencia  en el acto de Miguel Valdés, de la Consellería de Agricultura, de Pascual Serrano,  presidente de la Asociación  de Desarrollo Rural del Campo de Elche y presidente de la sociedad de Riegos  del Progreso, de Manuel Aldeguer, director general del aguas de la Generalitat, de Santiago García, profesor de la UMH y del inspector del Patrimonio, Luis Pablo Martínez. Almoradí participen el acto con la presencia de concejales y miembros de la Peña Huertana.

El evento estuvo dirigido por el director de la Escuela de Cáñamo de Callosa de Segura, Roque Albert y de otros miembros del colectivo cultural. La actividad tuvo lugar sobre una plantación de cáñamo de dos hectáreas cultivadas por la empresa agrícola AgroPaco. Una parte del cultivo fue segado por parte de los presentes con las tradicionales corvillas.

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