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Presupuestos municipales, o la tozuda realidad de los números

El proyecto de presupuestos municipales para 2016 está ahora de actualidad, al encontrarse en fase de aprobación, cuando el año está casi vencido.

A los ciudadanos de a pié nos resulta bastante complicado analizar a fondo la compleja documentación que soporta los presupuestos, pero su publicación en la web del grupo municipal socialista nos ha permitido sacar las siguientes  conclusiones.

Los 75 millones de euros de ingresos y gastos que se proponen para el presupuesto de 2016 suponen un incremento de 7 millones de euros (10%), con respecto al último presupuesto aprobado en 2012, que ha venido prorrogándose hasta 2015.

De los 75 millones de euros de gastos, la nómina municipal se lleva el 38% (28,6 millones) y el Gasto Corriente en Bienes y Servicios (conservación, mantenimiento, arrendamientos, luz, limpieza viaria, etc), otra cantidad similar. Es decir, las 3 cuartas partes del presupuesto de gastos se destinan a Personal y Gasto corriente.

Nos queda, por tanto, una cuarta parte para atender conceptos tales como amortización de la deuda, subvenciones, gastos financieros y, finalmente, una ínfima cantidad, que podríamos denominar “pedrea”, de 2,7 millones de euros (3,6% del total), destinados a inversiones reales en infraestructuras. Ante esta situación, los vecinos se plantean interrogantes respecto al futuro que le espera a la costa, al tiempo que nos  hacen las siguientes preguntas sobre los presupuestos 2017, que, por cierto, ya tendrían que estar en fase de elaboración:

¿Hay esperanza de que mejore la situación de la costa a lo largo de los próximos años, viendo la estructura de gasto que presentan los últimos presupuestos?

¿Mejorarán en los presupuestos 2017 los actualmente deficitarios servicios de mantenimiento de parques infantiles, jardinería, viales y playas, o el de limpieza viaria y de recogida de RSU, incrementándose las dotaciones de personas y máquinas en la costa, hasta adaptarlas a las necesidades?.  Nos tememos que no.

¿Se renovarán las obsoletas infraestructuras de la costa y se construirán aquellas que sean necesarias, teniendo en cuenta el escaso margen que deja para ello la ínfima partida destinada a inversiones en los presupuestos de este año?. Nos tememos que tampoco.

A todas estas preguntas, hay que sumar el hecho de que, de los 75 millones de ingresos previstos en el presupuesto 2016, más de la mitad (36,6 millones) tienen  su origen en la vivienda (IBI, basuras, plusvalías, etc.), realizando la costa una aportación muy importante a las arcas municipales y exigiéndose a los ciudadanos de Orihuela que paguen un IBI con un elevado tipo impositivo y revisiones catastrales anuales, que aumentan el recibo, año tras año, a la generalidad de los contribuyentes.

La FAOC comparte la preocupación de los vecinos de la costa ante la tozuda realidad de las magnitudes presupuestarias y solicita a los responsables de la corporación que salgan a la palestra, a dar explicaciones sobre el futuro que les espera.

LA JUNTA DIRECTIVA

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