- Advertisement -

Portavoces del PP en Guardamar y Rojales alertan de los perjuicios económicos y ambientales que generará la nueva planta de basuras

El Partido Popular de Guardamar ha alertado de los numerosos perjuicios económicos y ambientales que traerá la nueva planta de transferencia de residuos que el consorcio de basuras quiere instalar en El Pallaret y que provocarán la pérdida de la idiosincrasia de la localidad. “Dejaremos de ser un destino turístico de bienestar y descanso por la imposición de la Generalitat con la connivencia del alcalde socialista, José Luis Sáez”, según la portavoz, Carmen Verdú.

Los populares llevarán al próximo Pleno municipal una moción contra la instalación de esta planta de transferencia de basuras en la localidad y le insta a buscar otras localizaciones. Muchos son los problemas que el PP ve en el proyecto, como el olor que provocará la planta en una zona rodeada de urbanizaciones de lujo y centros residenciales. “Hay muchos proyectos previstos en la zona que se perderán cuando los promotores vean que se ponen al lado de una planta de basuras”, advierte Verdú, “por lo que los presuntos diez puestos de trabajo en la instalación se perderán en otros sectores”. Como ejemplo, el de las urbanizaciones El Edén y zonas limítrofes. “Pasaremos de ser un destino de calidad a perder oportunidades”, dice.

Además, afecta también a nivel de patrimonio arqueológico a un yacimiento con interés cultural y turístico. Y todo por 113.000 euros al año al recibir un euro por tonelada que se podía obtener de otra manera, fomentando la actividad económica del municipio. “Definitivamente, no compensa”, asegura la portavoz popular.

No es el único inconveniente, puesto que el continuo tráfico de camiones provocará un aumento de contaminación acústica y atmosférica. La ubicación escogida es de muy difícil acceso y está rodeada de zona forestal, recuerdan los populares, que se preguntan: “¿Qué va a hacer la Generalitat, expropiar terrenos para crear nuevas carreteras o pasarán por los actuales caminos con el ruido, polvo y olor que provocará allá por donde pasen?”, se pregunta Verdú.

“Nuestro municipio no es la ubicación idónea para la planta por no estar en el centro de la Vega Baja; ser pequeño y turístico”, concluye Verdú. Por lo tanto, los populares pedirán en el próximo Pleno que la Generalitat considere otras opciones. “No nos encontrarán detrás de una pancarta como sí hizo el alcalde Pineda, pero no por ello dejaremos de defender a nuestros vecinos”, manifiesta la portavoz popular.

Lamenta que el regidor socialista “se plegara a las imposiciones de la Generalitat Valenciana y no rechazara que la planta de basuras esté en Guardamar”. Verdú contrapone la postura de Sáez con la que tuvo su compañera de Torrevieja Fanny Serrano, que rechazó el proyecto de planta de basuras en su localidad: “¿Qué se esconde por parte del regidor guardamarenco al aceptar una instalación de basuras que ningún municipio quiere?”, se pregunta la portavoz popular. Espera que apruebe la moción del grupo municipal el próximo Pleno y “cumpla su palabra de negarse si no la oposición no apoyaba el proyecto”

El portavoz popular de Rojales avisa de los malos olores que sufrirá la población y el peligro por el continuo paso de camiones camino de la nueva planta de transferencias

El Partido Popular de Rojales ha alertado del mal olor que llegará a la población de la nueva planta de tratamiento de residuos que el consorcio quiere crear en Guardamar del Segura y del peligro del continuo paso de camiones de gran tonelaje por la localidad. “Algo huele mal en esta planta de basuras y el alcalde lo quiere esconder”, reprocha el portavoz popular, Alberto Ros.

El grupo municipal popular preguntó en el anterior Pleno por los inconvenientes que esta nueva instalación provocará en la localidad al alcalde, Antonio Pérez, en su calidad de vicepresidente del consorcio. “Pero nos dio la callada por respuesta porque es consciente de que van a producirse muchos problemas en el municipio”, deduce Ros.

La planta se instalará donde estaba el antiguo vertedero de Guardamar, en el límite entre Guardamar y Rojales. “Cuando sople viento de Levante, el olor llegará hasta la localidad”, avisa el portavoz popular. Pero no es el único peligro, puesto que el consorcio de basuras no ha previsto el paso de decenas de camiones por los caminos de la localidad: “No sabemos si irán por la vía rápida, por el centro de Rojales para acceder a la planta por el camino de “La Bernada” o la Generalitat va a expropiar terrenos para construir nuevos accesos”, se pregunta Ros.

“Los habitantes de Rojales tienen que conocer qué va a ocurrir con la planta de basuras de la Vega Baja y cómo les va a afectar”, exige el portavoz popular, quien considera que “Pérez no puede esconder en este caso la basura debajo de ninguna alfombra, porque olerá”.

 

Los comentarios están cerrados.