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Las ONG alertan de que el perfil del pobre es ahora el del trabajador al que el salario no le da para comer

Cáritas, Cruz Roja y Vega Baja Acoge aguantan el recorte de ayudas institucionales 

Llega la época del año en la que crece la solidaridad de los oriolanos con los colectivos más necesitados. Se acerca la Navidad, y suele ser un momento de reflexión, de pensar en los demás y en los que, con sus escasos recursos, peor lo pasan.

En Orihuela hay tres entidades que destacan por su trabajo diario para ayudar a quienes más necesidad tiene: Cáritas Interparroquial, Cruz Roja y Vega Baja Acoge.
Sus responsables coinciden en afirmar que, en estas fechas navideñas, son muchos los particulares y colectivos que se movilizan para poner en manos de estas asociaciones benéficas, cualquier aportación que contribuya a cubrir las necesidades básicas de personas que requieren «un mínimo de dignidad para vivir», como reconoce la directora de Cáritas Orihuela, Ana María Lucas.

Y es que, según explica, el perfil del pobre ha cambiado, «porque hay gente que trabaja y sigue siendo pobre al tener solo para el alquiler o la hipoteca, pero no para comer. Y menos si tienen hijos». El presidente de Vega Baja Acoge, Antonio Alfonso Sánchez, lo llama «trabajo empobrecido», y asegura que una persona que trabaja 2, 3 ó 4 horas al día «es un trabajador pobre que no tiene para comer»
Junto a Andrés Ramón, presidente de Cruz Roja en Orihuela, Ana María y Antonio Alfonso piensan que la pobreza, lejos de reducirse, se mantiene o crece, por lo que consideran más necesaria que nunca toda ayuda que llegue.
Las cifras hablan por sí solas. Cáritas asistió en 2015 a más de 500 personas en la Casa de Acogida de la plaza de Comedias, mientras que Cruz Roja ayudó a más de 1.000 personas y Vega Baja Acoge prestó más de 4.000 atenciones personalizadas en sus dependencias de la plaza de San Francisco.

Ayudar más, recibiendo menos
No resulta fácil para estos tres colectivos seguir prestando esa colaboración humanitaria cuando los recursos que aportan las administraciones públicas llegan con retraso o no llegan. Cáritas lleva tres años sin cobrar los 11.000 euros anuales que ha venido recibiendo por parte del Ayuntamiento de Orihuela para la Casa de Acogida, «porque el servicio de Intervención tiene paralizado nuestro convenio», según afirma su directora, quien calcula en 100.000 euros los gastos anuales por todos los servicios prestados por Cáritas Interparroquial de Orihuela.

En Cruz Roja y Vega Baja Acoge no son más optimistas, porque pese a recibir con cuentagotas los fondos públicos, buena parte de sus ingresos proviene de sus socios, que en el caso de Cruz Roja llegan a ser actualmente 2.010 personas, y que, por desgracia, no se incrementa la cifra de colaboradores.
En Acoge, el recorte en las ayudas les obligó el pasado año a prescindir de una trabajadora, y como premoniza su presidente «no apuntan bien las cosas para comenzar este próximo año». De momento, la ayuda municipal de 2015, «todavía no la hemos cobrado».

Cruz Roja ha desarrollado este año más de 60 proyectos de respuesta a las necesidades de los colectivos más vulnerables, una labor que ha conseguido también gracias a sus 250 voluntarios.
En el caso de Acoge, su presidente destaca que «sobrevivimos gracias a la gran labor de los trabajadores y de la treintena socios», volcados en la atención principalmente a inmigrantes. Antonio Sánchez sabe lo que es estirar el presupuesto, pero como reconoce «cuando se termina una partida, se ha terminado y, aunque nos duele, no podemos hacer frente a más ayudas para personas necesitadas».
En Cáritas son algo más optimistas durante estas fechas «porque la gente se vuelca con nosotros y organiza actos y campañas para recaudar fondos y alimentos». La Casa de Acogida dispone solo de 11 camas, «y sería necesario ampliar. Como el ayuntamiento no tiene un albergue, nosotros acogemos a quien lo necesita, y aunque nos falte espacio, no va a quedarse nadie sin un techo durante la noche», según Ana María.

Más volcados en Navidad
Cruz Roja incrementa el reparto de alimentos durante el mes de diciembre para llegar a más familias. Este año han distribuido más de 28.000 kilos de alimentos y productos de higiene personal. Unos 80 niños no se quedarán en estas fechas navideñas sin regalo, porque para ellos han puesto en marcha la campaña ‘Juguete Educativo’ con el objeto de recoger juguetes nuevos y fomentar la igualdad de oportunidades entre los menores.
Los días 21 y 28 de diciembre, los voluntarios que participan en el proyecto de atención a personas sin hogar, saldrán a la calle para ofrecer un café o leche caliente y dulces navideños a las personas que viven en la calle
En Vega Baja Acoge, dada la multiculturalidad y las diferentes religiones de las personas atendidas, a los niños se les regalarán juguetes durante lo que ellos llaman «vacaciones de invierno», con una fiesta que se realizará en los colegios Andrés Manjón y Virgen de la Puerta por el cambio de año.
Y en la Casa de Acogida de Cáritas, «las puertas estarán abiertas para quien necesite alimentos, ropa o un techo durante la noche».
Toda ayuda será bien recibida.

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