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Las obras contentan a los empresarios que ahora urgen la ampliación y una rotonda de acceso en el polígono industrial de Orihuela

Ya ha pasado el primer año desde que comenzaron las obras de mejora en el Polígono Industrial ‘Puente Alto’ de Orihuela y la imagen que presenta la zona industrial más importante del municipio, es bien distinta a la que se pudo ver hasta entonces después de 30 años sin grandes actuaciones.

El proyecto subvencionado por la Generalitat con 1.554.236 euros, a los que se sumó la sustitución de la red de saneamiento con cargo al Fondo de Renovación gestionado por la empresa Hidraqua por un importe de 434.000 euros incluyó la remodelación y renovación de asfaltados y pavimentos en calles y aceras, a fin de reponer los firmes, muy deteriorados por el paso de vehículos de gran tamaño y peso, así como habilitar espacios de aparcamiento adecuados para este tipo de vehículos. Igualmente, se llevaron a cabo otras actuaciones, como instalación de red de fibra óptica, renovación de red de alumbrado público, adecuación y sustitución de elementos de red de pluviales, renovación de la red de agua potable, instalación de red contra incendios, ampliación y modernización de red de gas ciudad, nueva señalización horizontal y vertical, adecuación de las zonas verdes ya existentes, un carril-bici, la creación de un eco-parque y nuevas instalaciones de gestión de residuos, junto a dos puntos de recarga para vehículos eléctricos.

Todo ello mejoró considerablemente la estética de ‘Puente Alto’, aunque no con pocas molestias. Una de las mayores quejas que recuerdan de aquellos momentos fueron las molestias por las obras, porque como asegura Cristian Oltra, trabajador de una de las empresas allí asentadas, «levantaron algunas calles varias veces y aquello ocasionó muchos perjuicios al trabajo en las naves afectadas». De la misma opinión es el empresario José Antonio Botella, quien recuerda que, después de estar las obras finalizadas, «han sido muchos los parches realizados».

Pero matices aparte, la opinión generalizada es que la zona industrial oriolana «ha mejorado y mucho», como reconoce otro empresario, Augusto Mira, para quien la asignatura pendiente sigue siendo la ampliación.
Por su parte, Vicente Rocamora, es claro a la hora de afirmar que el polígono «se ha quedado pequeño» y asegura que empresas que necesitan más terreno para sus naves «tienen que buscarlo en polígonos cercanos como el de Redován». Esa ampliación y la construcción de rotondas en el acceso a ‘Puente Alto’ desde la carretera nacional y en la salida hacia Redován centran las reivindicaciones de empresarios y trabajadores.

Aparcamiento para camiones
Antonio Nieto, presidente de la Asociación de Empresas del Polígono ‘Puente Alto’ (AEPA), que agrupa a un centenar de las casi 200 mercantiles allí afincadas, asevera que el Ayuntamiento no se puso en contacto con la asociación «ni antes ni después de las obras, pese a haber solicitado reunirnos con el alcalde». Según indica este empresario, «buscamos que lo que se hiciera fuera consensuado en beneficio de todas las empresas».

Desde este colectivo, Nieto reconoce que, tras las obras, «las instalaciones tienen bastante mejor aspecto que antes», para matizar que «otra cosa es si lo que se hizo es lo que necesitaba el polígono». En este sentido, hay una cuestión que altera a un empresario que no comprende el motivo por el que hay tanto aparcamiento para vehículos y tan poco para camiones. «Los camiones tienen dificultad para maniobrar con tanto vehículo aparcado, cuando son las empresas las que deben ofrecer espacio para que aparquen sus empleados. En ningún polígono hay zonas de aparcamiento como en éste».

Lo que reclama el presidente de AEPA es la mejora del servicio de limpieza con más dotación de contenedores, reponer las señales de tráfico dañadas, un directorio de las empresas o un plano con su ubicación, y liberar las zonas públicas ocupadas y valladas por algunas empresas, entre otras cuestiones.

Pero junto a la mejora de la entrada y salida, la gran reivindicación después de 30 años sigue siendo la ampliación de un polígono que es uno de los más pequeños de España en superficie, y que se ha visto dificultada por estar construido en una zona calificada como inundable. Antonio Nieto señala que cualquier ampliación «lo tiene difícil para conseguir la autorización de la administración correspondiente».

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