La junta de portavoces del Ayuntamiento de Orihuela, acordó el nombramiento de Tomás Sáez Sánchez, como Caballero Cubierto de la Semana Santa 2016 para abanderar la procesión del Santo Entierro del Sábado Santo.
Sáez, de profesión analista clínico, es una persona muy vinculada a la Semana Santa oriolana desde su juventud. En 2011 fue nombrado Nazareno de Orihuela por la Junta Mayor de Cofradías y Hermandades de la Semana Santa.
Actualmente preside la Hermandad de los Pilares de la Soledad, forma parte de los Cantores de la Pasión ‘Federico Rogel’, participó en la refundación de Los Armaos y durante 30 años estuvo en la Junta Directiva de la Cofradía de ‘El Perdón’.
El alcalde, Emilio Bascuñana, le presentó como «un digno sucesor de todos los que han ostentado este cargo», mientras que Tomás Sáez Sáez, reconocía sentirse «honrado y agradecido» por este nombramiento, porque tal como confesó , «todo en mi vida gira en torno a la Semana Santa».
El cargo será oficialmente reconocido tras la celebración de un Pleno Extraordinario que tendrá lugar este martes, 9 de febrero, y contará con el apoyo de todos los grupos municipales a excepción de Cambiemos Orihuela, cuyo portavoz se abstuvo en la Junta de Portavoces y así lo hará en el pleno.
El resto de portavoces de los grupos municipales en la oposición, mostraron su reconocimiento a la figura del futuro Caballero Cubierto, a quien la portavoz socialista, Carolina Gracia presentó como «una persona que de forma callada contribuye a que nuestra Semana Santa sea mejor». Para el portavoz de Ciudadanos, Juan Ignacio López-Bas, Tomás Sáez reúne «todas las condiciones para ser un gran Caballero Cubierto», y para la portavoz de Foro Demócrata, Pepa Ferrando, se trata de una persona que siempre ha estado trabajando para Orihuela y su Semana Santa.
Tomás Sáez, oriolano y de 59 años, abrirá la procesión del Santo Entierro de Cristo y gozará de la bula papal que le permitirá pasar sin descubrirse por los templos que atraviesa el desfile pasional durante la tarde-noche del Sábado Santo, en el que también procesiona la conocida Diablesa o El triunfo de la Cruz, pero que no puede acceder a ningún templo.
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