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La construcción de viviendas se acelera en Orihuela Costa mientras se mantiene la parálisis en la ciudad

El sector de la construcción mantiene su recuperación en la provincia de Alicante y lo hace cada vez a mayor velocidad. Las solicitudes de los promotores para poner en marcha nuevos proyectos se han incrementado de forma exponencial durante los últimos meses, pero lo hace especialmente en los municipios costeros, como es el caso de Guardamar, Torrevieja, Orihuela Costa y Pilar de la Horadada, en el caso de la Vega Baja.

En nuestra comarca, siguen siendo las localidades de Torrevieja y Orihuela las que encabezan la clasificación de la construcción de nuevas viviendas, no solo este 2017, sino en los últimos tres años. Lo que indican los datos es que la recuperación del sector se consolida y que tiende a acelerarse. Según los expertos, este 2017 está siendo muy productivo en el sector inmobiliario. Algunos de ellos aseguran que se pueden llegar alcanzar las cifras de la vivienda en 2004.

El último informe de la sociedad de tasación, TINSA, sobre la situación de la vivienda en la costa, publicado el pasado 14 de junio, recoge que en nuestra comarca, el sector está «en clara recuperación», y destaca que en el mercado de vivienda vacacional «se ha notado el efecto del Brexit en el ritmo de compras de viviendas por parte de británicos», pero también indica que los efectos del freno británico «están siendo compensados, en parte, por el incremento de suecos, noruegos, belgas y rusos que adquieren viviendas en la zona».
Otra nota interesante que resalta dicho informe en cuanto a la oferta de vivienda nueva es que a nivel de stock, «en esta zona de la costa es asumible a corto plazo».

En claro crecimiento
La sociedad de tasaciones expone claramente que en Orihuela Costa «se han reactivado cerca de 120 viviendas paralizadas, se está construyendo nuevo producto para el mercado vacacional, principalmente adosados de calidad media y unos 100 m2, así como vivienda plurifamiliar de 70-80 m2, diseminados por todas las urbanizaciones».

Según dicho informe de TINSA, basándose en datos aportados por el Ministerio de Fomento, los visados de obra nueva en Orihuela Costa en el año 2015 fueron 448, mientras que en 2016 subieron hasta los 1.038, lo que representa un incremento del 132%, un crecimiento muy superior al de Guardamar, con un 66%, Torrevieja, con un 27%, y Pilar de la Horadada, con un 8% de crecimiento en el número de visados de obra nueva.

El contraste de Orihuela ciudad
Frente a esos datos del litoral oriolano, la ciudad y pedanías apenas presentan actividad constructiva de vivienda nueva, no solo durante este 2017 sino en los últimos años. De hecho, las licencias otorgadas por la Concejalía de Urbanismo van prácticamente todas dirigidas a promociones en Orihuela Costa, como corrobora la hasta ahora concejala del área, Begoña Cuartero, que esta semana cederá la delegación a Rafael Almagro, tras la remodelación anunciada por el alcalde. La edil señala que en ciudad y pedanías se dan pocas licencias y son para obras menores, «generalmente reformas, pero no para obra nueva». Cuartero recuerda que donde existe suelo urbanizable es en la costa del municipio, por lo que cree lógico que los promotores tengan puesta la mirada y donde se está produciendo una mayor demanda y venta de viviendas.

La falta de suelo en el interior del municipio es una de las carencias que vendrá a solucionar el nuevo Plan General de Ordenación Urbana, pendiente de ultimar su redacción y aprobación, y que dotará de más superficie urbanizable especialmente al casco urbano y pedanías, «ya que en la costa sí se ha ampliado y existe más suelo para urbanizar», como indica la edil.

La falta de vivienda nueva puede llevar a los oriolanos a buscar, comprar y fijar su residencia en municipios cercanos, a escasos kilómetros y donde sí pueden encontrarla incluso a un precio inferior. Begoña Cuartero opina que los oriolanos «quieren residir en su municipio antes que salir a otros, aunque están cerca», y para conseguirlo pueden incluso decantarse por un alquiler hasta que surja la oportunidad de comprar vivienda nueva.

Algunos promotores inmobiliarios aseguran que la falta de suelo se traduce en un aumento de precio del escaso terreno disponible para edificar, y que esos altos precios del metro cuadrado de superficie hacen casi inviable que el proyecto para construir vivienda nueva sea económicamente rentable para ellos. Una situación que parece no cambiará a corto plazo.

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