Este lunes 22 de abril desde las 10:30 de la mañana, estudiantes de los diferentes campus de la Universidad Miguel Hernández (UMH) se han movilizado en el edificio rectorado por el cambio de la convocatoria extraordinaria del mes de septiembre al mes de julio, todo esto llevado a cabo sin consultar a los estudiantes.
Los estudiantes expresaron su descontento, señalando que la universidad no ha atendido sus solicitudes, ignorando incluso una petición formal respaldada por firmas para mantener los exámenes en septiembre. Uno de los participantes destacó que la desconvocatoria del paro académico y el cambio repentino en el calendario constituyen, a su juicio, una respuesta de represión hacia el estudiantado.
Con pancartas con frases como ‘Sin Nosotr@s no hay universidad’ o ‘UMH, la universidad donde NO estar’, silbatos y un megáfono, el estudiantado se reunieron a las 10:30 de la mañana en el edificio de Rectorado y Consejo Social, donde se celebraba la votación en la cuál estaban 40 representantes universitarios desglosándose en 4 representantes de los estudiantes, 3 de personal técnico, de gestión y de administración y servicios (PTGAS) y 33 docentes, decanos y vicerrectores, además del rector.
La protesta, que se desarrolló en un ambiente de tensión pero siempre de forma pacífica, reflejó la preocupación del estudiantado por el impacto del cambio en sus actividades estivales, como la necesidad de extender contratos de alquiler y la imposibilidad de realizar prácticas o trabajar durante el mes de julio. Los estudiantes también expresaron dudas sobre la capacidad de la universidad para proporcionar condiciones adecuadas para los exámenes en un contexto de clima extremo.
En ese centenar de universitarios se veía que, aunque un gran porcentaje de quienes estaban eran parte de la delegación de estudiantes, la mayoría era “gente ajena a la representación que se ha animado hoy a saltarse clases y protestar por sus derechos”, comentaba uno de los delegados al terminar.
Impactos en las vidas de los estudiantes
Varios estudiantes de la UMH piensan que, entre muchas otras cosas, con los exámenes tan cercanos no van a tener tiempo suficiente para estudiar el temario que ha suspendido ni han comprendido y que por eso van a lo que ahora se llama Julio por los docentes pero que realmente es en junio.
El traslado de los exámenes a julio implica una carga adicional de estrés y presión para los estudiantes, especialmente aquellos que ya están lidiando con el final del semestre y la preparación de otros exámenes y trabajos académicos. El corto período de tiempo entre el final de las clases y la fecha de los exámenes puede dificultar la adecuada preparación y estudio, lo que va a afectar negativamente el rendimiento académico y la salud mental del estudiantado.
Otro aspecto a considerar es el impacto económico que este cambio puede tener en los estudiantes. La necesidad de extender contratos de alquiler o renunciar a oportunidades laborales durante el mes de julio puede generar dificultades financieras adicionales para aquellos estudiantes que dependen de ingresos propios para cubrir sus gastos. Uno de los participantes destaca que le “va a hacer perder un mes de trabajo, ya que solo trabajo en julio y agosto”.
Paro académico desconvocado
La desconvocatoria del paro académico que inicialmente estaba programado para el mismo día en que se llevó a cabo la protesta en el Rectorado de la Universidad Miguel Hernández de Elche (UMH) añade un elemento adicional de controversia a la situación.
La decisión de desconvocar el paro, que había sido aprobado por unanimidad la semana anterior por las delegaciones de centro, fue recibida con sorpresa y frustración por parte de los estudiantes. Esta desconvocatoria, realizada por el Rectorado de la UMH, se produjo el pasado viernes, lo que generó una sensación de falta de transparencia y diálogo por parte de las autoridades universitarias.
Para muchos estudiantes, la desconvocatoria del paro académico representa un obstáculo en su lucha por ser escuchados y por ejercer su derecho a la protesta pacífica: “Si les molesta que se diga que nos la han cancelado ellos que se lo hubieran pensado dos veces”. Al desaparecer esta opción de manifestación, los estudiantes se vieron en la necesidad de buscar otras formas de expresar su descontento, lo que finalmente condujo a la concentración en el Rectorado.
“Aquí solo se hace lo que al equipo rectoral le apetezca”
Los estudiantes están preocupados porque sienten que el equipo rectoral de la universidad a veces elige qué problemas atender y cuáles ignorar. Algunos temas reciben atención, pero otros parecen ser ignorados o solo benefician a unos pocos. Esto resalta la necesidad de que el equipo rectoral cambie su actitud y adopte un enfoque más democrático, donde se escuchen y consideren las opiniones de todos los estudiantes, promoviendo el diálogo y la negociación para llegar a acuerdos que beneficien a toda la comunidad universitaria.
Muchos de ellos ya lo dicen, “aquí solo se hace lo que al equipo rectoral le apetezca”. Los estudiantes también señalan áreas específicas donde consideran que las necesidades estudiantiles no están siendo atendidas adecuadamente. La falta de servicios básicos como cafeterías en ciertos campus o la dificultad para obtener facilidades simples como microondas refuerzan la percepción de que el equipo rectoral no siempre está comprometido en escuchar las demandas estudiantiles, es más, Miguel Antonio Herrero Navarro, ex delegado general de estudiante tuvo que pelear por esos microondas.
Un rectorado sin apoyo estudiantil
El rector de la UMH, que volvió a salir elegido, porque era el único candidato, pero con una participación universitaria con apenas un 5% de votos, es decir no llegó a 700 estudiantes, y de esos un tercio (más de 230 estudiantes) fueron en blanco. Esto ya dejaba ver que este equipo rectoral no era muy querido por parte de la comunidad estudiantil.
Al final de todo, nada cambia. La movilización estudiantil UMH refleja un profundo malestar ante el cambio de convocatoria de exámenes extraordinarios, pasando de septiembre a julio, sin consulta previa a los estudiantes haciendo que haya una tensión evidente entre la comunidad universitaria y rectorado. La concentración, que reunió a cerca de un centenar de universitarios, evidenció la sensación de que el equipo rectoral no siempre atiende adecuadamente las preocupaciones estudiantiles, provocando llamados a una mayor transparencia y participación democrática en la toma de decisiones. La desconvocatoria del paro académico, inicialmente programado para el mismo día, también generó frustración y cuestionamientos sobre la representación estudiantil en la universidad. Los estudiantes expresaron su percepción de que el equipo rectoral prioriza sus propios intereses evidenciando que no les importa el bienestar estudiantil, solo su bolsillo.
Redactor: Antonio Bravo Alcaina
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