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Cunde el temor entre promotores y hosteleros a una nueva recesión en Orihuela Costa como efecto del ‘Brexit’

Todavía sorprendidos por el resultado del referéndum en su país, los residentes británicos en Orihuela Costa aseguran que «no era lo esperado» y se muestran «muy preocupados» por las consecuencias.
El litoral oriolano acoge la colonia de ciudadanos ingleses más importante de España, «y quizá de Europa», con cerca de 15.000 personas censadas de los casi 30.000 empadronados en Orihuela Costa, según la concejal de Residentes Internacionales, Sofía Álvarez.

La decisión del Reino Unido de emprender el camino de salida de la Unión Europea inquieta también a sectores como el turismo y la construcción, cuyo principal cliente en la zona litoral es el británico.
El 50% de las viviendas vendidas el pasado año fueron adquiridas por ciudadanos del Reino Unido, Irlanda y Escocia, tal como revela el presidente de la Asociación de Empresarios del Turismo Residencial de la Costa Blanca Sur (PROCOSTA), Antonio Navarro, colectivo que agrupa a empresas tan importantes como Grupo Mahersol, Patrimi, Travensa, Tabisam o Terrapilar, entre otras.

La preocupación en el sector es patente, «porque el cliente actual es mayoritariamente ingles, y el mercado confiaba en él para su recuperación, por lo que, para nosotros, esto es como un jarro de agua fría».
Navarro recuerda que al inicio de la crisis en el 2008, «los compradores ingleses prácticamente llegaron a desaparecer, pero desde 2015 se estaban recuperando las ventas y era el principal comprador de viviendas en Orihuela Costa».

Los promotores temen que se vuelva a repetir lo acaecido en 2008 y las ventas caigan. En aquellos años apareció el mercado ruso «y eso salvó mucho la economía», pero ahora se da la grave circunstancia de que las ventas a ciudadanos de países del este han caído. «Se presentan muy pocos compradores de viviendas de origen ruso y los mercados como el nórdico y el centroeuropeo son pequeños», como afirma el responsable del colectivo.
Desde PROCOSTA aseguran que en el litoral oriolano se han vendido en el último trimestre unas 600 viviendas. Si Gran Bretaña sale del euro y cae la libra, «su poder adquisitivo será menor y para ellos será más caro comprar aquí».

Con este panorama, los próximos años pueden ser años perdidos para los promotores de viviendas en Orihuela Costa, que venderán en menor medida de lo que esperaban y auguraba la realidad económica.
Quienes se dedican a la construcción esperan que estas malas previsiones no se cumplan y que la libra no se devalúe mucho. Reconocen que no existe una planificación alternativa «porque nos ha pillado por sorpresa». Navarro señala que se está construyendo poco y se levantan viviendas a medida que se van vendiendo porque los promotores tienen que autofinanciarse ante las dificultades de las entidades bancarias para adelantar el dinero que necesitan. De este modo, cuando el mercado perciba esa ralentización y disminuya la demanda, se parará de construir.

La mano de obra se resentirá
Si se vende menos y se construye menos no se podrá mantener la mano de obra, además de que se verán afectados proveedores y empresas relacionadas con el sector que trabajan para las promotoras.
La recuperación que se esperaba para un sector que ha sido básico para el crecimiento de la comarca de la Vega Baja se resentirá.
Pese a estos malos augurios para el sector de la construcción, Antonio Navarro destaca que hay un intento constante de buscar nuevos mercados «y habrá que poner más empeño en buscar a otro cliente hasta que se recupere el mercado inglés».

«Estamos muy decepcionados»
Bob Houliston es uno de los casi 15.000 residentes británicos que han elegido Orihuela Costa para fijar su residencia, de los que algo más de 10.000 son pensionistas.
Quien fuera concejal del Ayuntamiento al comienzo de la pasada legislatura no acaba de encajar el resultado del referéndum que llevará fuera de la alianza europea a su país, para el que trabajó durante 30 años como representante en el Consejo de Europa. Houliston muestra una «gran decepción personal» por esa circunstancia, «y me duele mucho».

Como expresidente del principal partido en número de votos de la costa oriolana, sigue siendo una persona reconocida y valorada, a quien muchos compatriotas se han dirigido ya en estos últimos días para expresarle su preocupación porque perderían el status de ciudadanos comunitarios.
«Creo que va a tener consecuencias negativas para mi país e incertidumbre económica. Los británicos van a sufrir más que nadie, porque no supone nada positivo».

La mayor parte de los residentes británicos en Orihuela Costa, según Houliston, han votado en contra del Brexit. «Los que hemos venido aquí con planes para quedarnos necesitamos la continuidad del derecho al acceso a la sanidad pública, especialmente los jubilados, y esa es una de nuestras mayores preocupaciones de cara al futuro», como manifiesta con incertidumbre el exedil por los posibles recortes que en este servicio posiblemente sufrirían.
Houliston también reconoce la importancia de la aportación que la colonia británica realiza a la economía local. Una bajada de la libra reduciría el poder adquisitivo de estos pensionistas, que se verían obligados a recortar en sus gastos.

Pero también hay incertidumbre en los residentes británicos que trabajan en Orihuela Costa, «porque no saben lo que tendrán que hacer para regularizar su situación y continuar con el permiso que les permite trabajar aquí».
Sin duda son muchos interrogantes abiertos para unos residentes que llegaron a Orihuela Costa en busca del buen clima, tranquilidad y unos servicios que según Houliston «dejan mucho que desear».

La atención que estos días reciben los ciudadanos británicos que forman esta importante colonia en España, ha sido aprovechada por quien fuera concejal oriolano a la hora de reclamar a la administración local «un esfuerzo para tratar mejor a los residentes internacionales, y que el turismo residencial no se vea afectado por la salida del Reino Unido de la Unión Europea».
Para Houliston sería una manera inteligente de continuar atrayendo la atención de aquellos británicos que, pese a una reducción de su poder adquisitivo, seguirían mirando al litoral oriolano como un lugar idóneo donde fijar su residencia temporal o definitivamente, «pero siempre que se les dote de mejores servicios y se vea a Orihuela Costa como ese lugar tan interesante y bonito que es», concluye quien quiere seguir siendo uno de esos miles de jubilados que disfrutan su vida en esta zona privilegiada.

bob houliston

 

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