Varias urbanizaciones agrupadas en la Federación de Asociaciones de Orihuela Costa (FAOC) han reclamado al Ayuntamiento la mejora de las infraestructuras para más de 11.000 residentes, lo que representa casi el 45% de los habitantes de la zona litoral del municipio. Se trata de grandes urbanizaciones como Villamartín, Las Filipinas, Lomas de Campoamor, Lomas de Cabo Roig, Pau 8, Los Dolses, etc. ubicadas por “al otro lado de la carretera nacional 332” y más alejadas de la costa.
Un comunicado que secunda la FAOC recoge que los vecinos de estas urbanizaciones “observan, con gran preocupación, el gran crecimiento urbanístico que viene produciéndose en su zona, a lo largo de los dos últimos años, donde proliferan promociones de viviendas de todo tipo. Y lo hacen asombrados ante la precariedad actual de las infraestructuras y servicios, que serán aún más insuficientes si este crecimiento no se modera o se acomete un urgente plan de choque de inversiones en la costa”.
Según exponen, “la reiteración de las protestas vecinales ante el Ayuntamiento no consigue ningún resultado tangible, razón por la cual los residentes están organizándose en asociaciones, tales como Orihuela Costa Golf (AVOCG), Villamartín (AVV) y Las Filipinas, desde las que quieren unir sus fuerzas con la FAOC para conseguir que se satisfagan sus demandas”.
Tres de estas asociaciones presentaron el pasado 19 de diciembre en el Registro municipal una reclamación en la que denuncian deficiencias muy graves, tales como el lamentable estado del firme de la Carretera de Villamartín (en el que acabará produciéndose algún día un accidente con desgracias personales, y ello a pesar de la moción aprobada por unanimidad en el pleno municipal de 25-2-2016); la ausencia de recogida de podas en algunas zonas, a lo largo de las últimas semanas (que pone de manifiesto la necesidad de que se mejore este servicio junto con el de recogida de enseres); el mantenimiento de jardinería prácticamente nulo en parques (hechos un desastre), rotondas, paseos, etc.; auténticos matorrales y malas hierbas en viales y aceras (que impiden, a veces, el paso de los peatones, que han de transitar por las calles); calles llenas de barro desde la última riada (sucedida hace varias semanas); palmeras sin podar desde hace años; contenedores RSU rotos y en número insuficiente (cuya reposición ha sido solicitada reiteradamente al Ayuntamiento, sin ningún resultado); viales sin recepcionar por el Ayuntamiento (como la calle Bahamas, carentes de todos los servicios); las graves deficiencias en la señalización horizontal (que genera graves riesgos de seguridad vial para los peatones y conductores); y otros importantes problemas para estos vecinos.
Para los responsables de estas asociaciones, “los vecinos no pueden entender lo que está sucediendo en su zona, ya que el Ayuntamiento de Orihuela está obteniendo un importante incremento de ingresos presupuestarios como consecuencia del aumento de la construcción, mientras que la situación para ellos se agrava, día tras día, ante el cada vez mayor déficit de servicios”.
La conclusión a la que llegan los residentes de estas zonas es que, “a pesar de que al otro lado de la N-332 hay vida -y mucha, por cierto- el Ayuntamiento les ignora, y no les trata como merece su capacidad contributiva a las arcas municipales”.
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