La Concejalía de Sanidad aplica un innovador método para el control de la población de palomas, dispensando pienso anticonceptivo en zonas estratégicas, principalmente del casco urbano, descartando de esta manera otro tipo de capturas más invasivas y drásticas.
El objetivo es mantener una población sana y vigilada, evitando así las molestias que estos animales pueden llegar a causar, desde riesgos sanitarios hasta daños en edificios, monumentos y parques, e incluso problemas de ruido.
Según explica la concejal de Sanidad, Noelia Grao, «intentamos reducir el número de las llamadas ‘ratas que vuelan’ y que no proliferen en exceso por ser portadoras de muchas enfermedades. La gente no es consciente de ello». En el contrato actual que mantiene la concejalía con la empresa Lokímica, además de las capturas que habitualmente se hacen con el fin de disminuir el censo de palomas, que son retiradas por la adjudicataria para su traslado a palomares autorizados, este año se han iniciado esas actuaciones de cebado con el fin de reducir su fertilidad.
La Glorieta ‘Gabriel Miró’ ha sido desde hace años uno de los puntos donde más se ha actuado contra la proliferación de palomas; con redadas puntuales y otras acciones que han contribuido a reducir el número de ejemplares. Es una actuación que desde la Concejalía de Sanidad se ha repetido también para paliar los efectos negativos de los excrementos, muy contaminantes y que han llegado a degradar edificios históricos cercanos, sin contar las molestias a vecinos por la suciedad que generan en ventanas, balcones y patios por los que sobrevuelan o se posan, dejando porquería, restos de comida o sus propias plumas.
La concejal asegura que las palomas en Orihuela «son un foco de problemas», y pide a los ciudadanos que no se les alimente «porque esa comida que dejan sirve para alimentar también a roedores». Precisamente por este motivo, en la zona de la Glorieta se ha llegado a detectar varios ejemplares de roedores que pasaban de un árbol a otro, lo que obligó a encintar algunos ejemplares para evitar el trasiego de ratones, principalmente.
«Recibimos más avisos por presencia de cucarachas que de roedores»
La Concejalía de Sanidad ha extremado las actuaciones para controlar y prevenir posibles plagas de insectos y roedores en el término municipal. Estas tareas de desinsectación y desratización se han venido realizando en los meses previos al verano para evitar la siempre desagradable presencia de cucarachas y roedores, principalmente. Como detalla la concejal Noelia Grao, las acciones comenzaron en las pedanías durante el mes de mayo para pasar en junio a los distintos barrios de la ciudad y esta semana comienzan en las urbanizaciones de la costa, donde se refuerza el servicio hasta final de julio.
La desinsectación y desratización se ha realizado en el alcantarillado público, centros educativos, edificios municipales y parques y jardines. Los tratamientos se aplican especialmente en alcantarillas, «por ser el principal foco de presencia de estas plagas», según señala la edil.
Las zonas más problemáticas y donde se concentra un mayor número de cucarachas y roedores suelen ser las zonas más antiguas de la ciudad y pedanías cercanas al río Segura, además de lugares con acequias o azarbes en inmediaciones. Grao recuerda que los movimientos de tierra para las obras del AVE «fueron muy conflictivos para zonas como la pedanía de Molins». En cuanto a la costa, las principales urbanizaciones afectadas por la presencia de insectos y roedores son Campoamor, Punta Prima y Cabo Roig, por tener edificaciones que ya superan varias décadas.
Noelia Grao asegura que en Orihuela «recibimos más avisos por problemas con cucarachas que por la presencia de roedores». La edil de Sanidad agradece la colaboración ciudadana, «porque va a más». Entre enero y mayo se recibieron 33 avisos, de los que un 55% se daban en el interior de viviendas, donde la concejalía aconseja pero no actúa.
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