El director del departamento destaca la eficacia de las restricciones a la movilidad y las reuniones, con las que se ha logrado rebajar la tasa de incidencia acumulada de Orihuela de los 550 casos a los 218 en 14 días
En el Área de Salud de Orihuela comienza a respirarse un poco, solo un poco, de alivio. Atrás quedan semanas de tremenda dureza para la primera línea de fuego, que todavía sigue soportando una elevada presión asistencial pero ni mucho menos semejante a la sufrida en octubre y noviembre, cuando la tasa de contagios se disparó en todo el departamento. Difícil de olvidar para el Hospital Vega Baja las duras semanas vividas. Y es que este centro sanitaria de referencia de los 18 municipios adscritos al departamento tuvo que habilitar dos plantas para ingresos de enfermos Covid y la UCI llegó al máximo de su capacidad. Así lo confirmaba el pasado mes de noviembre la consellera de Sanidad, Ana Barceló, quien aseguró que la unidad de críticos se mantenía al 95% de ocupación, lo que supuso la derivación de pacientes con otras patologías a otros hospitales de la provincia.
Las restricciones instauradas entonces sobre la movilidad, las reuniones sociales y buena parte de la actividad del sector servicios han dado, por fortuna, sus frutos. El esfuerzo colectivo ha logrado que la curva se haya aplanado e incluso decaído, aliviando así la presión asistencial de forma progresiva sobre consultorios, centros de salud y, en última instancia, el hospital.
Así lo confirma el director de Salud Pública, quien aporta datos que corroboran esta tendencia: «La tasa de incidencia en Orihuela, a 15 de noviembre, era de 550 casos por cada 100.000 habitantes; a 29 de noviembre, esa misma tasa ha pasado a 218 casos. De igual modo, en el Departamento de Torrevieja, se ha pasado de los 379 del 15 de noviembre a los 268 del 29 de noviembre». Para el Dr. José Gabriel Cano está claro que las restricciones a la movilidad, el toque de queda y las limitaciones a las reuniones han frenado la transmisión del virus. Ahora bien, Cano avisa de que una relajación motivada por las próximas fiestas navideñas en las necesarias medidas de prevención que todos conocemos como evitar las aglomeraciones, mantener la distancia de seguridad, usar siempre mascarilla y el frecuente lavado de manos, puede llevar a que la actual tendencia se revierta, el virus recobre fuerza y el nuevo año traiga bajo el brazo una ‘tercera ola’.
En lo que atañe a las restricciones instauradas por las distintas administraciones, cabe destacar que hoy mismo, día 9, entran en vigor las implementadas por la Comunidad Valenciana, las cuales se mantendrán hasta el 15 de enero de 2021. Entre ellas destaca la prolongación del cierre perimetral y del toque de queda entre las 24 horas y las seis de la mañana, así como la limitación de las reuniones a 6 personas máximo, tanto en el ámbito público y privado. Ahora bien, se han establecido excepciones para las fechas más señaladas (consultar página 3). En este sentido, los días 23, 24, 25 y 31 de diciembre y 1 de enero se podrá viajar a otra región, pero solo para encuentros familiares o con «personas próximas», según palabras del propio presidente Ximo Puig. De igual modo, las noches del 24 al 25, del 25 al 26 de diciembre y del 31 de diciembre al 1 de enero de 2021 se acortará el toque de queda, quedando vigente desde la una y media de la madrugada hasta las seis de la mañana. Por último, el número de participantes en una reunión se amplía a un máximo de 10 personas para los días 24, 25, 26 y 31 de diciembre, y 1 de enero.
Ahora bien, de la evolución de los contagios durante las dos próximas semanas dependerá que se mantengan estas mismas restricciones o bien se valore un eventual endurecimiento. Mucho dependerá de la responsabilidad colectiva e individual que hayamos sido capaces de adoptar en este pasado puente de diciembre, la última prueba de fuego antes de las fiestas navideñas.
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