El Orihuela no pisaba el campo de Los Arcos en competición oficial desde el pasado 13 de noviembre cuando cayó derrotado por 0-1 frente al Olímpic. A partir de ese momento se iniciaron los trabajos de resiembra del césped coincidiendo con las dos salidas y la jornada de descanso que tenían por delante los oriolanos, lo que permitiría no tener que pisar Los Arcos hasta esta primera semana de diciembre. Únicamente hubo de jugar exiliado el partido de ida de los dieciseisavos de final frente al Lorca Deportiva (1-1) que se disputó en Redován.
El equipo, que entrena José Manuel Roca, regresa por fin a Los Arcos en jornada que se disputa entre semana, concretamente este jueves 8, coincidiendo con la festividad de la Inmaculada Concepción. Curiosamente, el destino ha querido que el último partido que se disputara en Los Arcos el día 13 de noviembre fuera ante el líder Olímpic, y que el primer partido que se va a jugar con el césped renovado en su regreso a casa, va a ser contra el segundo clasificado, el Ontinyent.
En este partido, los amarillos se juegan algo más que tres puntos, ya que se encuentran a una distancia considerable de los puestos de promoción de ascenso, y no se pueden permitir ningún tropiezo que les aleje más de su objetivo.
El jugado en Novelda el domingo pasado y el que se disputará este jueves en Los Arcos ante el Ontinyent, no son más que el inicio de una serie de partidos que marca el calendario hasta final de año y que son muy importantes de cara a diseñar las posiciones por las que podrá luchar el Orihuela de cara a la segunda vuelta de la liga. Y es que, tras el partido del jueves, el equipo de Roca viajará a Castellón para medirse a otro rival directo en la lucha por los play off, y finalizará el año con dos partidos seguidos en casa, los días 18 y 21 de diciembre, contra dos rivales de la zona baja de la clasificación, como son Buñol y Muro.
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