Organizaciones integrantes de la plataforma comarcal Residuo Cero proponen una asamblea ciudadana para aumentar la participación y el “control democrático” del Consejo de Participación
Vecinos y vecinas, grupos ecologistas y sindicatos, integrantes de la plataforma comarcal Residuo Cero Vega Baja, han presentado alegaciones a las normas de funcionamiento del Consejo de Participación Ciudadana del Consorcio de Residuos de la Vega Baja, que fueron sometidas a información pública el pasado 8 de julio.
La plataforma Residuo Cero Vega Baja apuesta por una reducción progresiva en la generación y el vertido de residuos, con el objetivo final del vertido cero, mediante una gestión circular desde las claves de la reducción, la reutilización, el reciclaje y la lucha contra el cambio climático. “Una nueva economía que precisa de un cambio de mentalidad que, consciente de los límites del modelo consumista actual y en solidaridad con las generaciones futuras, considere la opción del decrecimiento y otorgue a los residuos un valor económico de primer orden en un mundo donde hay cada vez mayor escasez de recursos y materias primas”, explica fuentes del colectivo.
Asimismo, considera necesario que el Consorcio impulse la redacción de Planes Municipales de Residuos que fomenten estas nuevas prácticas, siendo su piedra angular la separación y recogida selectiva de residuos en todos los ámbitos, desde el doméstico al laboral. A modo de ejemplo, la separación y tratamiento mediante compostaje de la materia orgánica, el 40 % del volumen de los residuos de los domicilios, reduciría los gases de efecto invernadero, suprimiría la contaminación de acuíferos por lixiviados, enriquecería el suelo con abono orgánico, no contaminaría los materiales reciclables del resto de fracciones y, por tanto, reduciría costes. Además, esta nueva economía, en concordancia, generará nuevos yacimientos de empleo verde.
Órganos transparentes y plurales
Para la realización de este cambio de mentalidad en la gestión de los residuos resulta imprescindible la concienciación y participación ciudadana, para lo cual los colectivos plantean, en esencia, la necesidad de que el Consejo de Participación Ciudadana del Consorcio sea un órgano abierto a todos aquellos colectivos, locales o de carácter supramunicipal, como grupos ecologistas, sindicatos o empresas, que tengan acreditado un interés por la gestión medioambiental en la comarca. Además, proponen que la Asamblea Ciudadana y el propio Pleno del Consejo sean órganos transparentes y plurales abiertos a la participación de colectivos y de ciudadanos y ciudadanas a título particular y que sus sesiones se celebren con regularidad y carácter itinerante por los diferentes pueblos de la comarca. En cuanto a la representación de los colectivos en el Pleno del Consejo de Participación Ciudadana, proponen que sea elegida por la Asamblea y que al menos suponga el 60% de miembros del Consejo. También exigen que se garantice la presencia mínima de un 40 % de mujeres, tanto en el Pleno como en la Asamblea.
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