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Las obras de reurbanización en la calle Torreta finalizarán este mes de enero

En la segunda quincena de enero de 2018 está prevista la terminación de las obras de adecuación y reurbanización de la Calle Torreta del tradicional barrio de El Rabaloche de Orihuela.

Las obras suponen renovar la conexión urbana entre la Plaza de Monserrate y la sierra oriolana. Esta obra ha sido realizada por la empresa Aitana Actividades de Construcción y Servicios S.L., bajo la dirección técnica del oriolano Matías Ruiz Peñalver, con un presupuesto de 52.544,37 € (IVA incluido), y supone la renovación del pavimento de toda la calle, según proyecto elaborado en 2013 y que estaba pendiente de ejecución desde el mandato corporativo anterior por falta de financiación, impulso que se ha logrado finalmente desde la Concejalía de Infraestructuras a cargo de Juan Ignacio López-Bas Valero, quien incluyó la iniciativa a cargo de los importes aplicados por venta de terrenos en la costa este pasado verano de 2017.

En estas últimas semanas se ha procedido a instalar un nuevo pavimento de granito tal como es ya habitual en el casco histórico oriolano, añadiéndose algún elemento ornamental como nuevo mobiliario urbano y arbolado. Igualmente se ha mantenido el acceso rodado a un aparcamiento privado y mejorado el acceso a la sede de la Hermandad del Cristo de la Buena Muerte, que allí tiene su ubicación, y que debido al diseño anterior de la calle sufría numerosos problemas de humedades en sus muros exteriores.

La Calle Torreta contará a partir de este momento de un sistema de desagüe de aguas pluviales que hasta el momento era inexistente, a fin de aliviar los episodios de escorrentías por bajada de aguas de la sierra por la gran pendiente. Del mismo modo, se ha aprovechado para sustituir la red de suministro de agua potable de dicha calle.

Al tratarse de un entorno BIC (Bien de Interés Cultural), las obras se han desarrollado bajo la supervisión de la Conselleria de Patrimonio, que desplazó a una arqueóloga a las obras, de cuyas excavaciones iniciales se recuperaron incluso algunas piezas de cerámica. De hecho, esta obra se enmarca dentro del interés municipal en recuperar las torres y muralla defensivas de la antigua alcazaba oriolana, dado que en esta misma calle se halla una torre de la época musulmana, de la que surge el nombre de “Torreta”, y que será objeto en breve de otro proyecto para su mantenimiento.

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