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La necesidad de un gobierno

Viendo el debate de investidura me viene a la cabeza el largo periodo de nueve meses que llevamos con un gobierno en funciones. Un debate estéril del que no extraigo ninguna propuesta, alternativa o argumento que busque mejorar la situación actual de nuestro país.

Es cierto que ningún partido suma la mayoría necesaria para articular un gobierno. Con total probabilidad, al igual que hoy, el Presidente en funciones Mariano Rajoy volverá a fracasar en la segunda votación y no fructificará su investidura.

Ahora bien, de estos 9 meses que es nada más y nada menos lo que dura un embarazo. Tiempo que se hace largo para unos y corto para otros podemos extraer varias conclusiones que están en boca de todos en la calle y que, desde mi humilde opinión, han hecho que del bipartidismo pasemos a un periodo de incertidumbre donde todo vale y que se asemeja de una manera muy triste a un circo.

¿Qué decir de Pedro Sánchez que ustedes no sepan? Quizás tengamos que recurrir a la prensa rosa para ver si nuevamente se va de vacaciones tras el debate del viernes. Ahora en serio, el señor Sánchez se ha cerrado en banda con su no a la investidura y su no a aprobar los presupuestos basándose en algo tan falaz como el sufrimiento que ha causado el gobierno del PP a los españoles. Parece ser que se le olvida que todo este sufrimiento es una consecuencia del gobierno de su partido.

Sufrimiento y esfuerzos que se traducen en un cambio objetivo e irrefutable. España en 2011 tenía una prima de riesgo con 640 puntos, un paro superior al 25% y se asemejaba peligrosamente a Grecia. Hoy nuestro país tiene el mayor crecimiento de Europa, es líder en exportaciones, la prima de riesgo en torno a 100 puntos básicos y el paro ha bajado un 6% con unas perspectivas reales que invitan al optimismo. Por tanto, podemos concluir que el esfuerzo de los españoles ha dado su fruto siguiendo la hoja de ruta del Partido Popular.

De todo esto lo único que queda claro es que el fin último y, a su vez, único del Sr. Sánchez es que el Sr. Rajoy fracase de la misma manera que él fracasó hace unos meses. Lo peor de todo es que el PSOE no hace nada, a pesar de las voces críticas que nacen en su seno, junto a las valoraciones de sus barones que se alejaban de la línea oficial su voto es el NO. Triste y cierto ya que, en el escenario que nos encontramos, no sirven los postulados socialdemócratas clásicos de los partidos socialistas de hace algo más de 50 años. Por ello, día tras día, su credibilidad sigue cayendo a mínimos históricos.

En cuanto a Ciudadanos nadie pone en duda su voluntad de desbloquear la situación. Aunque se apoyan en otro objetivo primordial que no es otro que dar la máxima visibilidad a un partido de relevancia limitada. El acercarse a izquierda o derecha los sitúan en el centro aunque con un doble rasero, más si cabe cuando su aportación resulta insuficiente para encontrar una salida al problema que está sobre la mesa desde el pasado 20D. Todo ello a pesar de que evidencian al PSOE ya que, el pacto firmado entre PP y CS recoge un gran número de medidas de las que firmaron PSOE y CS el pasado diciembre. Nuevamente evidencian la abstracción ideológica de lo que hoy queda del Partido Socialista.

De Podemos, sus confluencias y sus mareas no hay nada nuevo que decir. Siguen siendo inmunes a lo que ellos mismos critican. Corrupción, adjudicaciones a dedo, personal de confianza y un amplio elenco de lo que critican lo cometen en las CCAA donde son cooperadores necesarios del PSOE. Mientras tanto, su superioridad moral no le permite ver que son como la espuma.

La cuestión hoy es sencilla, a la vez que alarmante: cada uno de estos partidos jugando sus cartas para obtener el mayor rédito electoral hipotecando el futuro y el buen funcionamiento de nuestro país. Poniendo en riesgo la senda de crecimiento que nos sitúa como líderes en la Unión Europea.

Bloqueos, poca coherencia y nada de respeto a la voluntad que manifestaron los españoles en las urnas. Ahora bien, espero que este periodo con una cámara fragmentada sirva para alcanzar grandes acuerdos en materias de educación, fiscalidad y reforma de las instituciones junto a un cambio que, dada la incapacidad de nuestros gobernantes, hoy estaremos todos más de acuerdo, el cambio electoral que vire hacia un sistema de votación presidencialista. De esta manera, nos ahorraríamos todo lo que lleva aconteciendo durante más de 9 meses, aunque cada día lo veo más como una ilusión que como una posibilidad real.

Juan Gómez
Presidente de Nuevas Generaciones Orihuela

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