El Comité Ejecutivo de la Cámara de Comercio e Industria de Orihuela presidido por Félix Cerdán ha presentado su dimisión a causa de la difícil situación económica en la que se encuentra la centenaria institución oriolana, principalmente como consecuencia de la deuda de 400.000 euros que tiene el Ayuntamiento de esta ciudad con la Cámara.
Cerdán ha dado a conocer este miércoles esos motivos acompañado de algunos de los miembros de su directiva y ha comenzado asegurando que esta dimisión es la decisión “menos mala” para garantizar la continuidad de la Cámara al dejar su gestión en manos de la Consellería de Economía, Comercio e Industria. “Hemos tocado muchas puertas, pero la situación se ha hecho insostenible”.
Otro de los miembros del Comité de la Cámara, Pedro Mancebo, ha asegurado que la institución “no tiene deudas con nadie”, y que la deuda que mantiene el Ayuntamiento proviene de la anterior legislatura, cuando el gobierno formado por PSOE y Los Verdes, firmaron una serie de convenios con la Cámara para la prestación de servicios a empresarios y comerciantes, servicios que, según Cerdán, “se han prestado y no se han cobrado”. Entre esos trabajos realizados por el antiguo personal de la Cámara figura el proyecto de centro comercial abierto encargado durante la pasada legislatura, el servicio de control de mercados y otros servicios de atención a comerciantes y empresarios.
Los hasta ahora responsables de la institución han agotado todas las vías posible para solucionar esta situación, “y después de meses, estamos en el mismo sitio”, por lo que se ha reclamado por vía administrativa y no se descarta acudir a un contencioso-administrativo para reclamar esa elevada deuda. Cerdán ha confesado haber pecado de “pardillo” por confiar en el anterior y en el actual gobierno local, “porque me pedían que aguantase y todo han sido buenas palabras”.
Tanto el Conseller, Rafael Climent, como el presidente de la Diputación, César Sánchez y el alcalde oriolano, Emilio Bascuñana, están informados desde hace meses de esta situación, de la que también tienen conocimiento los responsables del Consejo de Cámaras de la Comunidad Valenciana.
De hecho, la Cámara ha venido reduciendo el número de empleados desde el año 2010 y ha pasado de tener 23 al actual único trabajador que mantiene. El resto ha sufrido distintos procesos de despido, haciéndose cargo de los pagos correspondientes en nóminas e indemnizaciones el Consejo de Cámaras.
Una Ley de 2010 aprobada por el gobierno socialista de José Luís Rodríguez Zapatero, obligó a las Cámaras de Comercio a no cobrar cuotas a los empresarios, algo que contribuía a mantener estas instituciones, lo que les ha llevado a buscar la financiación de distintas administraciones.
Orihuela necesita una Cámara de Comercio
Félix Cerdán ha insistido en el trabajo desarrollado por toda la cúpula de la Cámara (nueve personas), para que la institución no desaparezca. Ahora queda en manos de Consellería, desde donde se nombrará una gestora que estará en vigor hasta que se complete y apruebe el reglamento que permita a las cámaras convocar elecciones para elegir presidente.
Según ha dicho Cerdán, “no era nuestra intención irnos y que Orihuela sufriera la pérdida de la Cámara, porque eso no le gustaría a nadie”. Junto a esto, el hasta ahora responsable de la Cámara ha destacado la apuesta para que su ámbito pase del local al comarcal, apuesta que cuenta con el apoyo del gobierno regional y el Consejo de Cámaras.
Félix Cerdán accedió a la presidencia de la Cámara de Comercio de Orihuela en junio de 2010, ocupando la plaza vacante de su hermano Juan.
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