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Cuando crecer y educar van de la mano

Las escuelas infantiles garantizan el cumplimiento de requisitos en materia no sólo educativa sino también de instalaciones, número de plazas, titulación y cómputo mínimo de educadores

Cuando cualquier progenitor o progenitora se enfrenta a la difícil disyuntiva de optar por inscribir a su pequeño o pequeña en una escuela infantil, guardería, ludoteca o dejarlo al cuidado de los abuelos o cualquier otra persona del entorno familiar o ajena al mismo, son muchas las preguntas y dudas que surgen, así como los inevitables temores a tomar una decisión errónea que perjudique a nuestro retoño. Por eso, en este artículo, vamos a internar aportar claves sobre las diferencias principales entre escuelas infantiles, guarderías y ludotecas.

De forma genérica, hay que señalar que en todos los casos hablamos de centros, ya sean de gestión privada o pública, en los que se atiende a niños y niñas de entre 0 y 3 años, ahora bien en el caso de las escuelas infantiles la diferencia principal reside en su carácter marcadamente educativo frente al carácter asistencial del resto. De hecho, la escuela infantil como tal aparece en el sistema educativo español integrada dentro del mismo como una más de las enseñanzas con características propias, ordenación académica, fines y objetivos. En resumen, cuentan o deben contar con una propuesta pedagógica, tal y como establece la propia Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación.

Siendo así las cosas, las escuelas infantiles están sometidas al cumplimiento de una serie de requisitos en materia de instalaciones, número de plazas, titulación de los educadores, así como número mínimo de profesionales que debe tener el centro en función del número de unidades de que disponga, entre otras pautas.

En definitiva, los padres han de tomar en consideración que las escuelas infantiles son espacios idóneos de socialización, en los que sus hijos aprenderán a convivir y a relacionarse con otros menores como ellos. Pero no sólo eso, estos centros aportan unas herramientas, conocimientos y conductas a nuestros hijos que les permitirán crecer como personas. Aprenderán, por ejemplo, unos hábitos de convivencia, higiene, conducta, unas rutinas y normas que les van a ayudar a afrontar la vida de forma autónoma, como comer solos, ponerse y quitarse la ropa, permanecer sentados, esperar sus turno, compartir juguetes y espacio, recoger juguetes… en definitiva, aprenderán a ser ellos mismos. De ahí la importancia de poner en una balanza los pros y los contras de prescindir del extraordinario tesoro que supone el trabajo de profesionales competentes, cualificadas y entregadas a su labor de desarrollar y mejorar en nuestros pequeños aspectos como las relaciones sociales, el lenguaje, la conducta y la psicomotricidad, entre otros.

Fuentes: wikipedia, portal Educapeques

 

 

ESCUELA INFANTIL1

 

 

 

2016-03-08 Mimos

 

 

 

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