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Comerciantes de la calle San Pascual solicitan medidas para atajar la oleada de robos de las últimas semanas

Los comerciantes de la calle San Pascual y calles adyacentes han mostrado su preocupación por el incremento de asaltos, robos e intento de robo sufridos en algunos establecimientos de la zona durante las últimas semanas, y que les ha llevado a iniciar una recogida de firmas para solicitar al Ayuntamiento «alguna medida de seguridad que nos tranquilice».
La céntrica calle del casco urbano alberga gran cantidad de firmas comerciales que ocupan prácticamente la totalidad de los bajos. La vía es de un solo sentido de tráfico, «lo que puede hacer más fácil la huida», según algunos de los comerciantes que ya han sido víctimas de robo. Afirman también que, durante la noche, «es una calle poco iluminada y solitaria».
Tal como aseguran, «robos aquí siempre han habido, pero no tan seguidos como ahora». Y es que, desde diciembre pasado hasta ahora, al menos seis comercios han recibido la visita de los amigos de lo ajeno, y uno de ellos hasta dos veces en menos de un mes.

La reciente oleada de robos comenzó en diciembre en un establecimiento de electrodomésticos de la calle San Agustín, para continuar el día 5 de enero, víspera de Reyes, en un supermercado de Plaza Nueva.
Según su gerente, «a las 4 de la madrugada, una persona reventó a golpes la puerta de entrada y se fue sin entrar. Cuando dejó de sonar la alarma interior, volvió y esta vez entró para coger el dinero de caja. A continuación, salió de nuevo del local y al momento regresó. Fue al salir cuando se encontró con una patrulla policial, y pese a intentar huir a la carrera, fue perseguido por los agentes y detenido». El autor del asalto era joven de 17 años que sustrajo 320 euros en efectivo y productos, y que ocasionó daños valorados en 175 euros.

La tercera víctima fue una peluquería, donde el 20 de enero forzaron una ventana trasera «y se llevaron todos los productos a su alcance», según explica su propietaria. En esta ocasión, la Policía Nacional recogió huellas dactilares que permitieron identificar a uno de los autores, que ya contaba con antecedentes por hechos similares.
El valor de los productos robados alcanzó los 4.500 euros al tratarse de tratamientos especiales. Lo que agravó la situación fue que el autor del robo, volvió y amenazó a la propietaria y a las empleadas «con hacernos la vida imposible si no retirábamos la denuncia, algo que no solo no hicimos, sino que pusimos otra por amenazas».

La siguiente víctima fue una joyería relojería, y en este caso por partida doble. El día 12 de enero rompieron a golpes con algún objeto contundente el cristal blindado de un escaparate y, desde el exterior, sustrajeron todos los relojes al alcance de su mano. Pese al fuerte golpe, parece que ningún vecino advirtió el robo.
Días después, el 8 de febrero, se repitió exactamente la misma situación, con idéntico método y resultado, sin que nadie pudiera identificar a los autores al no existir cámara de seguridad en el exterior del establecimiento, aunque en esta segunda ocasión, parece que unos vecinos sí oyeron los contundentes golpes contra el cristal.

Un nuevo robo, esta vez en una firma de trajes de novia ubicada en calle Fernando de Loaces y también durante la noche, ocasionó importantes daños materiales en una cristalera, y la sustracción de dos ordenadores de gran valor.
«Así no podemos seguir»

La propietaria de un establecimiento de hostelería, que sufrió un intento de robo hace nueve meses, ha iniciado una recogida de firmas y anuncia que durante esta semana presentarán un escrito en el Ayuntamiento, «para que vean que nos sentimos desprotegidos y que deben hacer algo».
Además del incremento de vigilancia policial, solicitan la instalación de cámaras de seguridad durante las 24 horas del día, que puedan servir para amedrentar e identificar a los delincuentes. «No sabemos a donde llegaremos, pero tenemos que pedirlo porque así no podemos seguir», según afirma, apuntando la posibilidad de que no solo hayan sido víctimas los comerciantes «sino también alguna vivienda de la zona».

La concejal estudia el caso

La concejal de Seguridad Ciudadana, Mariola Rocamora, tiene previsto reunirse este mismo martes con responsables de la Policía Local para conocer con exactitud lo sucedido y estudiar posibles actuaciones que tranquilicen a los comerciantes.

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