El alcalde de Orihuela, Emilio Bascuñana y la concejal de Urbanismo, Begoña Cuartero, han presentado este viernes el proyecto de remodelación de la Plaza de Toros que pretende dar solución al estado de inseguridad y abandono en el que se encuentra actualmente.
Bascuñana ha asegurado que, tras analizar los anteriores proyectos y recoger las demandas y sensibilidades de los vecinos de la zona donde se ubica el coso en cuanto a seguridad e imagen, “se trata de un proyecto que supondrá una solución a las necesidades detectadas”. El Ayuntamiento actuará en la Plaza de Toros para dotarla de actividad acondicionándola como un espacio al aire libre para albergar espectáculos y hacerla transitable. Contará con zonas verdes ajardinadas y una iluminación que destacará la dimensión de la estructura de la plaza, según ha explicado el primer edil quien además ha querido aclarar que este proyecto “no consiste en derribar la plaza, sino en actuar en ella, convirtiéndola en un espacio multiusos que se podrá utilizar para actividades sociales y culturales que podrán disfrutar los vecinos y todos los oriolanos”.
La propuesta presentada ante un grupo de ciudadanos relacionados con el mundo taurino, incluye también otros elementos complementarios como baños públicos, un espacio para cafetería y otro para habilitar como sala de exposiciones sobre la tauromaquia.
Por su parte, la edil de Urbanismo ha señalado que, a raíz del informe del área de Patrimonio Histórico, “con este diseño buscamos mantener gran parte de la estructura por su gran valor arquitectónico, así como otros elementos importantes como la herrería y la sillería”. Cuartero también ha dicho que es “un proyecto realista económicamente y nos abre muchas posibilidades”.
El nuevo proyecto, diseñado por el arquitecto Rafael Legidos, tendrá un coste de 403.564 euros, a los que habrá que sumar 3.000 euros de la adaptación del mismo, ya que en la búsqueda de optimización de recursos se ha encargado al mismo profesional al que se le había adjudicado los proyectos de derribo y reforma en los años 2012 y 2013, respectivamente. Bascuñana ha manifestado que este proyecto se financiará con remanentes que vienen desde 2008 y ha anunciado que el plazo de ejecución de las obras sería aproximadamente de unos siete meses. También ha recordado el proyecto presentado por el gobierno anterior (PSOE-Los Verdes) y valorado en 11 millones de euros para que el entorno acogiera una superficie comercial, un hotel y un aparcamiento subterráneo, pero ha recalcado que no es el momento ni social ni económico para proyectos de esa envergadura. Lo que sí ha criticado Bascuñana es que si algo como lo proyectado ahora no se ha hecho antes ha sido “por la falta de determinación de anteriores gobiernos”.
El alcalde ha dicho que espera contar también con las personas aficionadas al mundo del toreo y ha asegurado que la plaza de toros “es una tradición en Orihuela desde 1907 y tiene su historia”. Precisamente uno de los asistentes al acto celebrado en la biblioteca ‘María Moliner’, ha mostrado su desacuerdo con este proyecto y se ha marchado de la sala mostrando a gritos ante los asistentes su disconformidad con esta actuación prevista. Otro de los asistentes ha mencionado que el proyecto es “insuficiente y mejorable”, al tiempo que ha recordado que “la comarca se ha forjado taurinamente en la plaza de toros de Orihuela.
Bascuñana ha reiterado que este proyecto “es de intervención y no de derribo” pese al estado de ruina del inmueble, “y deja las puertas abiertas para que se pueda recuperar una plaza de toros como tal si algún día hay voluntad ciudadana y política”. También ha destacado que los espectáculos taurinos quedaron prohibidos recientemente tras ser aprobada en el Pleno una moción en este sentido. Para el alcalde, se trata de “un paso necesario para garantizar la seguridad de la zona”, aunque es consciente y reconoce que “no va a satisfacer a todos los ciudadanos”.
La parcela sobre la que se actuaría alcanza los 7.500 m2, mientras que la superficie del ruedo sería de 1.420 m2 y la superficie para ajardinar y pavimentar 5.095 m2. La actual altura de 5,80 m. se verá reducida a 3,80 m.
El nuevo aforo quedará en 1.600 personas sentadas en las gradas y unas 1.200 en el propio patio del coso, cifra que dependerá de las dimensiones del escenario en caso de una actuación o espectáculo.
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