El concejal de Infraestructuras asegura que su área ya ha consumido 2,5 millones en reparaciones y lamenta la lentitud de la burocracia administrativa a la hora de dar respuesta a una emergencia
Distintas áreas municipales desempeñaron un papel fundamental tras el paso de la DANA más destructiva que se recuerda, en septiembre de 2019. Una de ellas fue la de Infraestructuras, cuyo concejal titular vivió en primera línea el sufrimiento de unas horas angustiosas e interminables en las que el cielo se vino abajo sobre Orihuela. Ángel Noguera agradece la rápida respuesta de todo el equipo que integra este departamento y el trabajo contrarreloj realizado para evitar una catástrofe mayor de la vivida. Ahora, echa la vista atrás y reclama responsabilidad para aprender de lo sufrido y para que algo así no vuelva a repetirse nunca.
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Pregunta. Orihuela vivió, hace ahora ya un año, la peor catástrofe natural de los últimos 140 años. Como concejal titular de Infraestructuras, su departamento fue uno de los más afectados. ¿Qué recuerdo tiene de aquellos fatídicos días?
Respuesta. Recuerdo, sobre todo, el sentimiento de impotencia por no poder atajar el paso del agua; también de tristeza, al ver lo que estaba produciéndose y el sufrimiento de muchos ciudadanos. Dentro de la desgracia, aún tenemos que agradecer que el cielo descargara, sobre todo, de día. De no haber sido así, en zonas como la Media Legua, El Escorratel o el Badén, hablaríamos hoy de muchas víctimas. En resumen, me vienen a la mente un conjunto de emociones muy dispares. Lo único que espero es que algo así no se vuelva a producir. Debemos ser consecuentes y aprender de lo sucedido para que una desgracia así no se vuelva a repetir.
P. Imaginamos que las incidencias serían incontables. ¿Recuerda cuántas recibieron y atendieron?
R. Un departamento como el nuestro, al que compete la gestión del ciclo hídrico, recibió un auténtico aluvión de incidencias, sobre todo por acumulación de barro y desprendimientos de tierra. Nos pusimos en marcha en el acto e intentamos llegar a todos los lugares. Para ello, buscamos todos los medios mecánicos disponibles y nos pusimos a limpiar barrancos y cauces, sobre todo en pedanías, en las zonas limítrofes de la sierra de Orihuela y en la propia Orihuela. Una vez se declaró el Estado de Emergencia, el trabajo burocrático se aligeró, lo cual sigue siendo el mayor problema de las administraciones: la lentitud que conlleva la burocracia en las administraciones, en general. Este trabajo que realizamos el primer día nos sirvió para hacer frente a las lluvias del segundo día, evitando que se anegaran viviendas y espacios públicos al limpiar, de forma rápida y en una primera intervención, zonas de bajada de agua y escorrentías. Se logró así evitar un desastre mayor. En cualquier caso, ya tenemos claro, a raíz de esta catástrofe, los problemas que tenemos en Orihuela cuando el río Segura sube.
P. Seguro que tuvieron que ‘tirar’ de partida presupuestaria para atender tanta demanda y recuperar los servicios básicos prioritarios ¿Recuerda qué gasto supuso la respuesta a la DANA?
R. En Infraestructuras hemos dispuesto ya de 2,5 millones para reparar daños producidos por las inundaciones de septiembre de 2019.
P. Los destrozos fueron cuantiosos. Solo en Orihuela las pérdidas superan los 530 millones de euros. En el caso concreto de su departamento, ¿manejan alguna cifra concreta de daños?
R. La cifra que nosotros manejamos de daños es de 10 millones de euros y hemos pedido ayudas por ese valor. El problema es que, hasta ahora, sólo hemos recibido 50.000 euros, cuando el Ayuntamiento de Orihuela ya ha gastado, solo en Infraestructuras, como ya he comentado, 2,5 millones.
P. En este último año, ¿sobre qué infraestructuras dañadas por la DANA han tenido que actuar?
R. En este último año, se han acometido numerosas actuaciones tendentes a solucionar o mitigar los efectos de las inundaciones. En este sentido, se han instalado varios clapetas anti-retorno en el cauce del Segura, que evitarán que el agua vuelva a entrar en el casco urbano. También ya sabemos que tenemos una Orihuela que no cuenta con pluviales. Por ello, hemos puesto en marcha varios proyectos para solucionar esta carencia. De hecho, en el nuevo proyecto de reurbanización de la avenida Duque de Tamames, hemos contemplado una red de pluviales que nos permitirá que todo el agua que se acumula en el centro urbano, sobre todo en la zona del colegio Oleza, paralela a las vías del AVE, y del entorno del Teatro Circo, pueda ser sacada fuera. En el caso de El Escorratel, se arregló el saneamiento de la Avenida Dr. García Rogel, que resultó dañada por la DANA. También se ha acometido una captación de pluviales en El Palmeral, en la margen derecha, en la zona del Ladrillar, donde también hemos instalado un imbornal. Ahora ya no se anega, cuando antes teníamos siempre que cortar la carretera antigua que va hacia la Matanza cada vez que llovía con algo de fuerza. Además, se van a sustituir las bombas de achique. Con todas estas medidas, creemos que podemos dar solución, en gran medida, a la problemática del Escorratel. Nos queda ejecutar la conducción para extraer el agua de la balsa de pluviales del polígono industrial Puente Alto cuando ésta se llena y rebosa. Para ello, estamos en negociaciones con el Juzgado de Aguas para que nos autorice a verter el caudal que se extraiga a un azarbe.
P. Tras el paso de la gota fría de 2019, se ha dado algún episodio de tormentas que ha ocasionado la inundación de barrios como Las Espeñetas. Usted ha anunciado que se están dando los pasos necesarios para mitigar los efectos de las fuertes lluvias en estas zonas. ¿Podría explicarnos cuáles son estas actuaciones?
R. En este punto, hemos generado una nueva red de imbornales en la zona de Las Espeñetas y estamos reemplazando las conducciones existentes por otras de mayor calibre para recoger de manera más eficaz el agua que baja de la sierra de Orihuela. También estamos peleando con distintas administraciones las ayudas necesarias para financiar la instalación de un gran colector que canalice todo el agua de las escorrentías de la sierra y la conduzca de forma directa al río, evitando así de forma definitiva las inundaciones en el Rabaloche y Las Espeñetas.
P. ¿Y en la costa han efectuado alguna actuación?
R. En la costa, el mayor problema fue la bajada de agua por la rambla de la Glea, sumado esto al Río Nacimiento, lo que destruyó un paseo marítimo inaugurado por la anterior concejala de Playas, Luisa Boné, meses atrás. Nosotros reparamos todas las playas en junio, cuando ya teníamos la seguridad de que ningún otro temporal marítimo iba a volver a dañar lo hecho, como pasó con la borrasca Gloria. Y lo hicimos todo con fondos propios. Creo que quedó muy bien. Pusimos una pasarela en la zona del paseo, a la altura del Río Nacimiento, también con fondos propios. Nos cuesta 96.000 euros reparar en este paseo todo lo que se llevó la DANA. Estos trabajos van a empezar en breve. También el colector de aguas fecales de Villa Martín se rompió. Ahora estamos a la espera de que la Confederación Hidrográfica nos autorice para sacarlo de la rambla e instalarlo por la zona alta.
P. ¿Cómo calificaría la respuesta de las distintas administraciones supramunicipales?
R. La administración que, a mi modo de entender, mejor respondió fue Diputación porque puso a disposición de los ayuntamientos, de forma inmediata, maquinaria, medios para ponernos a trabajar. Ahora mismo, tenemos por arreglar caminos, viales, parques… y no podemos porque no disponemos de fondos. Nuestro gasto corriente da para cubrir el trabajo diario del departamento pero no para atender los destrozos de una riada como la que sufrimos. No puede ser que tengamos que estar un año o más esperando a que nos lleguen ayudas. Por poner un ejemplo, en el caso de los viales, la Concejalía de Infraestructuras ha valorado daños por valor de 1,5 millones de euros. Las administraciones supramunicipales deben abonar el 50% de esta cuantía y no creo que aportar 750.000 u 800.000 euros sea problema alguno para ninguna administración estatal o autonómica.
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