Este viernes ha finalizado la primera parte del proyecto de inserción sociolaboral ‘Hostelería Diversa’ que la Asociación de Discapacitados (ADIS-Vega Baja) puso en marcha el pasado mes de noviembre con la intención de formar en hostelería a un grupo de jóvenes que ha tenido la oportunidad de realizar prácticas prelaborales gracias al proyecto de colaboración establecido con José Antonio López, propietario de la cafetería del centro de mayores ‘Virgen de Monserrate’ de Orihuela.
Este empresario, anteriormente propietario del bar Pipi’s Dream de Orihuela o el restaurante Carpi de Hurchillo, se ha lanzado en esta experiencia pionera formando de manera totalmente desinteresada a usuarios de ADIS en edad laboral. En el proyecto se ha involucrado también a la Asociación Mediterránea de Gastronomía (Maga) y se dará a conocer a otras empresas para que se involucren en la actividad.
Sin ir más lejos, está previsto que los primeros usuarios participantes, Jesús y Natalia, acompañen al propietario de la cafetería el próximo día 18 de febrero a las Jornadas Gastronómicas que tendrán lugar en el Colegio ‘Manuel Riquelme’ de Hurchillo, al que acudirán para competir con su minikebab de pato a la naranja. En las Jornadas se darán cita empresarios del sector, chefs de renombre y diversas autoridades que en palabras de José Antonio López Cabrera, son quienes deben implicarse en mayor medida en la inserción de estos jóvenes con diversidad funcional en la hostelería.
Para este empresario, el proyecto formativo ha supuesto una “experiencia muy gratificante, puesto que me ha permitido acercarme más a la discapacidad y contribuir a mejorar un futuro para estos chicos que también necesitan trabajar y mantenerse por ellos mismos”.
Este proyecto supone la apertura de un nuevo mercado laboral para los jóvenes de ADIS y continuará hasta el mes de agosto con varios turnos de aspirantes.
Los dos jóvenes que hoy finalizan su formación, Natalia y Jesús han dejado paso a otra pareja de usuarios de ADIS que al igual que ellos adquirirán formación en atención al cliente, limpieza y organización del establecimiento, servicio de mesa y barra, elaboración de tapas, aprendizaje y manejo de maquinaria de hostelería, etc.
Además, estos jóvenes y otros que continuarán con el proyecto, han podido examinarse allí para el carné de manipulador de alimentos que les permite ejercer la profesión de acuerdo con la legalidad vigente, dado que se obtiene formación teórica sobre la preparación, envasado, almacenamiento, transporte, distribución, venta y servicio de alimentos, lo que les habilita para poder trabajar en el sector.
Para los propios usuarios y sus familias, este proyecto ha sido una nueva oportunidad. En palabras de Ana María Mortes, madre de una de las usuarias, “ha supuesto una importante experiencia de cara al futuro; hace sentirse a mi hija más útil y le ha dado soltura para otras facetas de su vida”.
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