Después de cuatro años de obras y de permanecer cerrada la mayor parte de ese tiempo, este mediodía ha quedado abierta al tráfico en su totalidad la CV-930, vía de circunvalación de entrada y salida al casco urbano a través de la CV-95.
El retraso en los últimos trabajos de adecuación ha pospuesto esta apertura casi un día, pero este jueves ha sido abierta al tráfico.
El alcalde oriolano, Emilio Bascuñana ha visitado la zona, donde ha reiterado su compromiso “para que Orihuela esté conectada como se merece y lo vamos a conseguir”.
Por otra parte, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias, (ADIF), anunciaba ayer que mantendrá abierto al tráfico el desvío que une las rotondas de la carretera de Arneva y la de Hurchillo bordeando el trazado de la línea ferroviaria, después de que anunciase el cierre una vez abierta esta circunvalación. Ahora, anuncia que no se cerrará hasta concluir totalmente las obras de la alta velocidad.
Mientras tanto, el equipo de gobierno buscará la cesión de esta vía construida por ADIF como vía de servicio para la realización de las obras del AVE, y que supuso la inversión de un millón de euros entre expropiaciones y la propia construcción.
El concejal Rafael Almagro, dijo como portavoz municipal, que sería una forma de compensar a Orihuela “por el enorme perjuicio que han causado las obras del AVE a esta ciudad”, y cree que la cesión al Ayuntamiento debería ser “una mera transferencia de propiedad”. Para Almagro, ese cierre “provocaría un serio perjuicio para la circulación en este acceso y salida del casco urbano”.
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