La incertidumbre sobre la celebración de los desfiles procesionales de esta Semana Santa ha tenido un triste final tanto en Orihuela como en el resto de municipios de la comarca que sacan a la calle sus desfiles pasionales, debido a la amenaza de propagación del coronavirus.
Junto a las Fiestas de Moros y Cristianos de julio, la Semana Santa es uno de los actos que mayor interés despierta entre los oriolanos y que atrae hasta las calles de su histórica ciudad a miles de visitantes.
La decisión de la Junta Mayor de Cofradías, Hermandades y Mayordomías de suspender todos los actos de Cuaresma tuvo como continuidad, pocos días después, la confirmación de que quedaban suspendidas también las procesiones, algo que ha caído como un jarro de agua fría entre la familia cofrade.
De acuerdo con el programa oficial, las procesiones de la Semana Santa 2020 comenzaban el próximo 3 de abril, Viernes de Dolores, y se prolongarían hasta el día 12 de abril, para concluir con el Domingo de Resurrección. La evolución del coronavirus ha desencadenado la drástica decisión, ya que en la Semana Santa no existe alternativa, debido a que sus fechas se rigen por el calendario religioso.
Se comenzó con recomendaciones de no besar las imagenes de santos, especialmente el día del Besapié a Nuestro Padre Jesús, y continuó suspendiendo todos los actos programados durante la Cuaresma. La medida afectaba al acto del Pregón, a la presentación del Libro de Semana Santa y a las Jornadas Gastronómicas. También a todos los actos particulares de cofradías, hermandades y mayordomías como misas, ensayos y traslados. Esa era la crónica de una suspensión anunciada.
Como presidente de la Junta Mayor, José Sáez Sironi, asegura que ha sido una decisión «muy difícil, pero inevitable», y para la que se ha tenido en cuenta, tanto el estado de alarma decretado por el Gobierno, como las indicaciones de la Conferencia Episcopal.
«No valía la pena esperar hasta el día 24, porque cuanto antes se tomara esta decisión, mejor para evitar seguir con los preparativos». Sáez Sironi agradece el respaldo de los integrantes de la Junta Mayor, «que fue por unanimidad». Como matiza «no hemos suspendido la Semana Santa, sino los actos y desfiles, ya que las celebraciones litúrgicas no dependen de la Junta Mayor». Lamenta la desilusión generalizada, especialmente la de los niños «porque a ellos les cuesta más comprender que no saldrán de nazarenos».
Sillas y abonos vendidos
Este año no se publicará el libro de Semana Santa y, con respecto a los bonos, desde la Junta Mayor se va a proponer a la empresa que coloca las sillas que se devuelva el dinero o que puedan quedar reservadas para el próximo año, «algo que anunciaremos cuando se acuerde esa decisión con la empresa».
Sáez Sironi es partidario de que, aun sin actos públicos, cada uno de los días de Semana Santa se oiga en Orihuela la música de las cofradías y hermandades que procesionarían.
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