La concejal de Festividades invita a todos los oriolanos y visitantes a seguir la salida de la Gloriosa Enseña del Oriol al balcón principal del Ayuntamiento
La responsable municipal de estas Fiestas de la Reconquista y de Moros y Cristianos es Mariola Rocamora. Acomete como concejal de Festividades su tercer año al frente de uno de los acontecimientos más importantes para los oriolanos.
Pregunta. ¿Cómo se han preparado estas fiestas que ya son de Interés Turístico nacional?
Respuesta. Pues con mayor cuidado y esmero para que todo salga bien. Pero además, se ha sido más exigente con las comparsas para que se mantenga un nivel que nos pueda llevar a conseguir la declaración Internacional. Se ha trabajado mucho pero es algo que hacemos con mucha ilusión y voluntad.
-¿Qué tal la relación con la nueva Junta Central de la Asociación de Fiestas?
La colaboración ha sido muy intensa y ha existido en todo momento una gran predisposición. Esto tenemos que sacarlo adelante juntos y existe una gran coordinación para solventar hasta el más mínimo inconveniente. Creo que al final se nota esa relación y ese trabajo conjunto.
-Es su tercer año al frente de la organización de estas fiestas. ¿En qué ha cambiado su trabajo con respecto a cuando llegó al cargo?
El primer año fue una responsabilidad enorme porque me enfrenté a las fiestas apenas un mes antes de su celebración. Hubo muchos nervios e inquietud, pero afortunadamente hay un gran equipo en la concejalía. En el segundo año y este que es el tercero, se prepara con mayor detenimiento y más seguridad. Ahora tenemos un plan de trabajo muy estructurado y sabemos perfectamente cuando y como hemos de iniciar el trabajo de preparación. La prueba es que hace días que está todo ultimado para comenzar, aunque siempre queda la responsabilidad que se siente hasta que todo ha salido como estaba previsto o mejor. El resultado es lo que cuenta para quienes participan o ven la fiesta. Es la consecuencia de muchos meses de un trabajo que implica a la mayor parte de las concejalías de este Ayuntamiento, aunque sea Festividades la que coordine. Poner estas fiestas en la calle requiere un gran esfuerzo de todos los que participan en su organización y también en la seguridad, para que se produzca el menor número de incidentes. Cuando todo sale bien y la gente disfruta es cuando se vive esa satisfacción personal. Y a todo ello se suma que el Oriol ha sido ya catalogado por la Generalitat como Bien de Interés Cultural. Es nuestra seña de identidad y cualquier oriolano debe sentirse orgulloso de ella. Es algo que se nota durante la noche del día 16 de julio cuando miles de personas contemplan la salida del Oriol al balcón principal del Ayuntamiento. Es otro importante atractivo más a nuestras fiestas y nos produce orgullo y satisfacción que ostente ya ese reconocimiento como BIC.
-¿Cree que merece ser Síndico por igual un oriolano que colabore directamente con sus vecinos que una autoridad que haga por Orihuela algo más universal?
El nombramiento de Julio Vicente como Síndico Portador del Oriol me parece muy acertado por su gran calidad humana, y eso se refleja en su currículum como voluntariado de manera desinteresada y al servicio de su pueblo. También creo que puede ser lo mismo de acertado otorgar la distinción de Síndico a una autoridad si realmente tiene cualidades suficientes y hace por ayudar a Orihuela, aunque sea desde la distancia. Sería igual de legítimo y merecido ese nombramiento.
-¿Cuesta mucho esfuerzo mantener una tradición como ésta?
Cuesta muchísimo mantener esta linea para que esta fiesta perdure y el protocolo es muy exigente. Por ejemplo el día 17, cuando nuestra Señera baja hasta la calle a una hora exacta y con unos honores y privilegios que no permiten que se incline. Eso se mantiene con el paso de los años y requiere mucho empeño. Los maceros que siempre están detrás y la custodian también es algo muy significativo, y el desfile es único. Es una herencia adquirida que perdura durante siglos y que cada año tiene más valor.
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