Algunos investigadores escriben que Miguel Hernández fue entregado por la policía portuguesa a la Guardia Civil el 4 de mayo de 1939, y este error se continúa escribiendo sin investigar el atestado que da inicio al Sumario 21.001.
«Si los investigadores y biógrafos no estuvieran tan obsesionados en incrementar la leyenda negra de la Guardia Civil, y mirasen el atestado que condenó a muerte a Miguel Hernández el 18 de enero de 1940, comprobarían que los guardias entregaron al poeta, debido a una infracción administrativa por cruzar la frontera portuguesa sin documentación, al Cuerpo de Investigación y Vigilancia de Fronteras, que era un cuerpo policial propio de fronteras, y no a la Guardia Civil del puesto de Rosal de la Frontera (Huelva), como se suele insistir tozudamente».
Proclamada la II República en 1931 el Gobierno vio necesario reforzar los medios policiales y el Cuerpo de Vigilancia pasó a denominarse Cuerpo de Investigación y Vigilancia. Una vez Franco en el poder, reorganiza los Servicios de Policía con motivo de la Ley de Policía de 8 de marzo de 1941 y se crea el Cuerpo General de Policía, que sustituía al anterior Cuerpo de Investigación y Vigilancia.
«Este error» y «otros muchos que aparecen en las actuales biografías», son los que el investigador hernandiano Ramón Fernández Palmeral (Piedrabuena, 1947) amplia y ‘rectifica’ en su libro ‘Miguel Hernández, el poeta del pueblo (biografía en 40 artículos)’, publicado por Editorial ECU de Alicante y que será presentado en Orihuela, el pueblo natal del autor de ‘El rayo que no cesa’, el próximo martes 29, a las 19.30 horas en Librería Codex, con la intervención de Francisco Javier Catalán, abogado y hernandiano oriolano, acompañado por poetas del Foro Social.
Según defiende Fernández Palmeral, «sí es cierto que la Benemérita detuvo a Miguel Hernández el 6 de enero de 1936 (día de Reyes) a la orilla del Jarama, por ir indocumentado cuando estaba con la pintora Maruja Mallo». Y prosigue. «Los guardias le golpearon con las culatas de los fusiles ‘camineros’, amenazándole de muerte y conducido después a los calabozos cuartel de San Fernando del Jarama (hoy San Fernando de Henares), donde los guardias seguirán maltratándolo (carta a Josefina Manresa de febrero). Le dejaron llamar por teléfono a Pablo Neruda, por esa época encargado de negocios en la Embajada de Chile en Madrid».
El diario ‘El Socialista’ publicará un manifiesto de protesta el 16 de enero de 1936 firmado por un grupo de intelectuales, entre los que estaba Federico García Lorca, a favor del poeta de las esparteñas que le dio gran publicidad, y un buen empujón a su carrera poética. Una semana después apareció publicado en Editorial Héroe de Manuel Altolaguirre y Concha Méndez, su poemario ‘El rayo que no cesa’.
Tras la detención, Miguel se refugió en casa de los Alberti. Después de este tropiezo, el poeta se afilió al Partido Comunista de España. Meses después, el 23 de septiembre, ingresó en el Quinto Regimiento del PC en Madrid, en primera línea de fuego cavando trincheras con los zapadores.
«Otra mítica bofetada al poeta oriolano se la propina y cuenta María Teresa León en ‘Memorias de la melancolía’, (Losada 1970), pero tiene mucho de literatura y poca consistencia histórica. Rafael Albert como esposo de María Teresa, tiene poca o ninguna fiabilidad. Las versiones se contradicen y Antonio Aparicio y José Bergamín, como testigos, no dicen nada en sus memorándums», relata el escritor.
El supuesto hecho ocurre a finales de febrero de 1939, antes del golpe de estado del coronel Casado (5 de marzo), cuando María Teresa cuenta que Hernández llegó del frente lleno de barro y sangre (cuando ya no había frente) a la sede de la Alianza de Intelectuales Antifascista, situada en el palacio incautado a los condes de Heredia-Spínola, en Madrid (también conocido por Palacio de Zabálburu).
Este fue el domicilio eventual de Hernández desde noviembre de 1936. Llegó de Valencia para ser testigo de boda de su amigo Antonio Aparicio (25 de febrero), quien luego se asiló en la embajada de Chile durante un año.
Muchos y otros ‘desmentidos’ son los que el hernandiano Fernández Palmeral relata en la nueva biografía del poeta, en el 109º aniversario de su nacimiento, cuya presentación tendrá lugar este martes 29 en Orihuela.
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