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Mi niño se va de casa

Viernes, 14 de junio de 2017, día para recordar.

Por fin, salen las listas de los alumnos admitidos en la universidad. ¡Qué nervios!

¡Hurraaaaa! Mi primogénito ha sido admitido en la carrera y en la universidad que eligió.

Imprimo el documento en el que aparece tan esperada noticia. Otro más para mi carpeta “Julián”.

No creo que sea la única madre con un “tesoro” así.  Muchos otros padres tendrán esa carpeta  en la que guardan  todo lo relacionado con la vida escolar de sus hijos:   boletines de notas del colegio, del instituto, del conservatorio de música,  diplomas de participación en concursos, foto de su graduación en el cole, libro de escolaridad, foto de su graduación en el instituto, notas de selectividad y ahora también su admisión en la universidad.

Hasta aquí todas serán parecidas pero, además, en la de mi hijo hay algo inusual: un sobre, grande y repleto de cartas,  en el que escribí Cartas de mi amigo, “el incondicional”, nombre cariñoso para alguien a quien no conozco, pero que me responde incansablemente a  la única carta que yo le envié hace ya más de siete años, El Defensor del Pueblo.

Aunque vienen a mi nombre como Portavoz de la Plataforma Pro-ampliación del I.E.S. Tháder, estas cartas son  respuesta  a la preocupación de muchos padres y madres de alumnos que promoción tras promoción han estudiado en un instituto con problemas graves de espacio porque que se ha tenido que prescindir de los espacios comunes, porque se ha tenido que improvisar aulas en los diferentes Departamentos, porque el patio se redujo  hace ya 13 años cuando instalaron en él 6 módulos prefabricados  (Taller de Tecnología de 75 m2,  3 aulas de grupo y dos aulas de desdoble).

¿Alguien del Ayuntamiento de Orihuela o de la Consellería de Educación cree que trabajaría en buenas condiciones si su despacho estuviera en uno de estos módulos prefabricados?

Los padres de los alumnos del I.E.S. Thader les invitamos a intentarlo.  Demuestren que ustedes, personas adultas y con cargos de responsabilidad, pueden aguantar las ínfimas condiciones de trabajo en las que nuestros hijos han estudiado cursos enteros; habitáculos en los que la falta de insonorización ayuda poco a la concentración, en los que en verano se achicharran y en invierno se hielan, en los que cuando llueve un chorro continuo de agua discurre al lado de un enchufe y en los que, por supuesto, hay goteras.

Estamos convencidos de que si nuestras autoridades trabajaran allí unos meses, antes de empezar el próximo curso ya habrían encontrado la manera de conseguir la resolución de la situación jurídico-patrimonial del suelo o de unificar las parcelas sobre las que se debería construir la ampliación del IES Tháder o de aprobar los planes parciales, o de transformar el terreno rústico en terreno urbanizable, o de cederlo a la Consellería de Educación,  o de que ésta lo “recepcione” o …  de solucionar cualquier otro inconveniente insalvable de los que usan como excusas para no dotar al instituto de los terrenos que necesita para su ampliación.

Releo una de las cartas que me envía mi amigo “el incondicional”. Lleva fecha del 5 de junio de 2017, pero podría ser la  del 10 /08/2010 o la del 01/02/2011 o … y de nuevo lo repetitivo del contenido  me entristece:

Estimada Sra.:

Con relación a su queja, tramitada en esta institución con el número arriba indicado, se le comunica que, a fecha de hoy, no se ha recibido la nueva información solicitada al Ayuntamiento de Orihuela.

Ante esa falta de respuesta, esta institución se ve obligada a recordar por segunda vez a esa Administración su inexcusable deber de colaboración, expresamente regulado en el artículo 19 de la ley Orgánica 3/1981, de 6 de abril. Se lamenta este involuntario retraso en el esclarecimiento de las circunstancias que planteó en su queja. Se le dará a usted traslado de la información solicitada tan pronto obre en poder de esta institución.

Le saluda muy atentamente

Francisco Fernández Marugán
Adjunto Primero del Defensor del Pueblo

 

Vuelvo a guardar la carta en la carpeta. Mi hijo mayor ya es universitario. En septiembre él seguirá con sus estudios en Valencia y yo seguiré recibiendo cartas del Defensor del Pueblo. Y una y otra vez mi amigo “el incondicional” me dirá que sigue esperando respuesta del Ayuntamiento de mi pueblo.

Edu Grao
Orihuela, 14 de julio de 2017

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