«Había visto las escalofriantes imágenes, pero cuando he llegado aquí casi me da un infarto». Con estas palabras se expresa uno de los más de 200 empresarios del Polígono Industrial ‘Puente Alto’ de Orihuela al comprobar la desoladora estampa que presenta la zona tras la inundación sufrida.
La fotografía general del polígono muestra barro por todas sus calles. Señales de tráfico, vallas, mobiliario y todo cuanto el agua arrastró se puede encontrar donde uno menos se lo espera y completamente inservible. A las puertas de las empresas, motocicletas y coches de los trabajadores y vehículos y camiones casi sepultados por cañas y fango todavía húmedo.
De nada sirvió colocar sacos a la puerta de la nave para evitar la sacudida del torrente que atravesó una zona que, a tenor de lo vivido, mantiene el problema de inundabilidad desde su creación.
Afortunadamente solo hay que lamentar unas muy elevadas pérdidas materiales, pero podía haberse rozado la tragedia cuando durante la tarde y noche del jueves tuvieron que ser rescatadas más de 200 personas que quedaron aisladas por la intensa lluvia que llegó a elevar el caudal más de un metro en algunas calles de la zona industrial.
«Ahora toca limpiar todo lo que se pueda, sacar y tirar todo lo que no sirva y esperar a que el seguro nos indemnice, si lo hace». Así lo indica José Antonio, uno de los empresarios afectados, quien acompaña a sus trabajadores arrastrando barro del interior de su nave hasta la calle. Con la tristeza que requiere el momento, Rosario recuerda que la zona está declarada como inundable por la Confederación Hidrográfica del Segura, «pero son las cosas de las administraciones, que construyen un polígono donde no debería estar». Para la empresa familiar que regenta «es la ruina».
Pedro asegura que en dos décadas que lleva trabajando en el polígono oriolano «nunca había visto cosa igual». Califica la situación de «horrorosa» y critica la ausencia de Policía Local o de personal del Ayuntamiento «para poner un poco de orden en este caos donde cada uno se está buscando la vida con lo que puede. Es algo vergonzoso».
Entre el desorden general encontramos a trabajadores junto a jefes con las botas puestas y embarrados arrastrando agua y barro tres días después de la lluvia. Uno de ellos es Antonio Nieto, presidente de la Asociación de Empresas del Polígono ‘Puente Alto’ (AEPA), quien centra también su crítica en las administraciones, «porque lo que está claro es que las cosas no se hacen bien y esto se sabía que podía pasar. Ahora habrá mucha gente que tendrá que cerrar».
El polígono ‘Puente Alto’ recibió durante la segunda mitad de 2017 una inversión de 1’7 millones de euros en obras de mejora y adecuación. La recuperación de esta zona industrial costará mucho más.
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