Estaba invitada y se había confirmado la presencia de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, en la visita cultural y acto de inauguración de una nueva pérgola construida por los alumnos del colegio de la Obra Social Diocesana San José Obrero, pero finalmente, y tras dos horas de espera, la invitada de honor no hizo acto de presencia ni las instalaciones del colegio ni en la posterior comida, donde también se le esperó en vano.
«Una indisposición» fue la excusa esgrimida por los responsables políticos allí presentes, para justificar la no asistencia de la vicepresidenta del Gobierno, aunque también se dijo que estaba en la Vega Baja y concretamente en Montepinar.
Finalmente, dicha pérgola fue inaugurada por el Obispo de la Diócesis, Jesús Murgui, el vicepresidente del Consell, José Císcar, la Consellera de Bienestar Social, Asunción Sánchez y el alcalde oriolano, Monserrate Guillén, entre otros, junto a una decena de alumnos de los casi 500 que reciben formación docente en San José Obrero, de los que unos 70 estan internos al estar catalogado como Centro de Acogida de Menores.
El Obispo destacó en su intervención la labor de integración que se desarrolla en este centro con los alumnos a nivel social e incluso profesional y los seis hogares para menores tutelados.
El acto fue organizado por la Junta Directiva de la Asociación de Amigos de San José Obrero.
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