- Advertisement -

El concejal de Pedanías anuncia una legislatura «sin grandes proyectos» pero con mejoras en infraestructuras

El alcalde completará en pocas semanas su equipo de delegados en barrios y partidas

El extenso término municipal de Orihuela cuenta con 23 partidas rurales y pedanías diseminadas por su territorio, donde reside un tercio de sus 90.000 habitantes.
La importancia que tienen las pedanías volvía a quedar patente el pasado jueves en el auditorio de La Lonja con el acto institucional para el nombramiento de 19 delegados y delegadas del alcalde en barrios, pedanías y zonas de la costa, aunque la intención de Bascuñana es completar el resto de nombramientos en las próximas semanas.
El propio alcalde admitió que sus representantes son «una pieza fundamental en el gobierno local». De ellos dijo que «formáis parte de este equipo y sin vosotros no va a funcionar», porque según afirmó «sois mis ojos y mis oídos ante vuestros vecinos», al tiempo que les recordó que tienen «un gran compromiso y responsabilidad».
El concejal encargado de coordinar a todos los delegados y delegadas del alcalde en las pedanías es Víctor Valverde, quien recoge ese listado de demandas y problemas que plantean los vecinos «con la intención de dar una solución lo más rápida posible», tal como asegura quien durante años fuera pedáneo de Hurchillo.
Pero eso no va a ser tan fácil durante este 2016 a tenor del presupuesto, aún sin aprobar, con el que va a contar la Concejalía de Pedanías, y que asciende a unos 400.000 euros.
Sin embargo, también hay que explicar que las atribuciones de Valverde se limitan al mantenimiento y mejora de las infraestructuras y del mobiliario urbano, o sea, pequeñas reparaciones. Como explica el propio edil, «en las pedanías entran varias concejalías», como Participación Ciudadana que lleva los centros cívicos, Sanidad se ocupa de mantener los consultorios, Educación con mejoras en los centros escolares, Medio Ambiente de la red de saneamiento y Deportes actua en las instalaciones deportivas municipales.

Solo dos grandes obras
«No va a ser una legislatura de grandes proyectos, pero sí de mejora de las infraestructuras». El concejal confiesa que los planes del equipo de gobierno para este año contemplan solo dos actuaciones destacadas: acabar el Centro Cívico de La Aparecida y dotar de instalaciones deportivas a Molins.
Después de nueve años de iniciarse, para lo primero hay presupuestados cerca de 600.000 euros, y unos 400.000 euros para las obras en Molins. En el resto de pedanías admite Valverde que «hay partidas importantes para asfaltado y acerado, especialmente en pedanías con núcleos de población diseminada, como son Desamparados y La Matanza.
El resto de actuaciones pasa por dotar de espacios verdes y zona lúdicas para celebraciones populares a pedanías como El Arenal, y generalmente en otras muchas, la mejora de un alumbrado que está casi obsoleto, el desbroce y señalización de caminos, y el cubrimiento de acequias.
Pero no todos los planes de Valverde pasan por obras y servicios, porque una de sus mayores intenciones es dotar de contenidos culturales y de ocio a una parte de los oriolanos y oriolanas que no tienen acceso a las actividades de este tipo que habitualmente se desarrollan en la ciudad, «para que vean que a ellos también se les puede acercar el ocio y la cultura», según relata el propio edil.
En las pedanías oriolanas hay mucho por hacer, y eso lo sabe no solo el concejal sino todo el equipo de gobierno con el alcalde al frente, «porque en La Murada hacen falta 200.000 euros para asfalto, en San Bartolomé necesitan una plaza que valdría 300.000 euros, en La Matanza un centro cívico», y son algunos ejemplos de una lista que podría convertirse en interminable, y que, como reconoce Valverde, «con dos presupuestos anuales del Ayuntamiento no podríamos hacer todo lo que se demanda desde las pedanías oriolanas».

«Falta mucho suelo dotacional»
Salvo en Arneva, el concejal explica que en el resto de las pedanías oriolanas existe falta de suelo, «porque está agotado todo el suelo urbanizable del que disponían».
El nuevo Plan General de Ordenación Urbana, deberá solucionar este problema, sobre todo para suelo dotacional donde el Ayuntamiento pueda construir y dotar de más y mejores servicios a estos miles de vecinos, acabando así con otra gran carencia.
Entre las cinco mayores pedanías de Orihuela por población, La Murada, San Bartolomé, Desamparados, La Aparecida y Molins, suman más de 13.000 personas, y para ellas quieren lo mejor sus nuevos representantes.

Los nuevos delegados y delegadas del alcalde llegan apretando con sus reivindicaciones
La Murada ha sido una de las pedanías más reivindicativas desde hace años, y contó incluso con un movimiento vecinal independentista surgido ante la desatención por parte del Ayuntamiento.
María Engracia Perea tiene mucho trabajo por delante, porque como asegura «a los muradeños nos faltan muchas cosas que sí tienen quienes viven en la ciudad».
Afirma que recoge en sus vecinos una sensación de abandono «después de dos años sin pedáneo», y ya está demandando la mejora del alumbrado y la limpieza, así como el acercamiento de la administración y las actividades culturales, «sin olvidarnos de que nos falta una biblioteca».

En San Bartolomé, Manuel Ortuño prepara ya un plan de actuaciones que considera urgentes después de tres años y medio sin representante pedáneo. Para empezar ya ha pedido pequeñas obras y mejora del mobiliario urbano, y se muestra dispuesto «a dar un cambio rotundo y a trabajar para atender a mis vecinos»

Ana Gloria Álvarez lleva ya semanas trabajando en la pedanía de Desamparados «para conocer las necesidades de mis vecinos, porque hay muchas cosas por hacer». Hay grandes zonas de diseminados donde actuar en caminos y veredas, «pero también en el centro urbano hay muchas aceras y calles que mejorar para personas con movilidad reducida», según reconoce. Su gran objetivo pasa por conseguir un centro cívico.

La Aparecida «también se siente abandonada, pese al esfuerzo del anterior pedáneo», según admite Clemente Martínez. Además de acabar el centro cívico, «hay que mejorar las instalaciones del centro escolar y arreglar caminos».

En Molins, una carencia que califica de «histórica» Reyes Esquiva, es la zona deportiva, «y vamos a intentar conseguirla». El nuevo pedáneo también manifiesta haber sentido cierta desatención municipal en los últimos años y trabaja ya para la mejora de aceras, asfalto y señalizaciones.

La Campaneta es otra de las pedanías donde según Javier Pozuelo «queda mucho por hacer en caminos, con falta de iluminación y alcantarillado, sin olvidar que nos falta un recinto ferial».

La lista de actuaciones sería interminable sumando las de Arneva, Barbarroja, Camino de Beniel, Camino Viejo de Callosa, Correntías, El Escorratel, El Mudamiento, Hurchillo, Las Norias, Los Huertos, Media Legua, Molino de la Ciudad, La Matanza, Raiguero de Bonanza y Torremendo, pero según Víctor Valverde, «intentaremos cubrir esas carencias lo antes posible».

Los comentarios están cerrados.