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Cambiemos……. o no. ¿Del morado al verde?

En el mes de julio tuvimos ocasión de vivir una nueva deserción en las filas de la oposición. Recuerden que ya, cuando tan sólo habían transcurrido seis meses de legislatura, el concejal del partido socialista, Francisco Ruiz, tomó la decisión de marcharse, entiendo que al no ver cumplidas sus expectativas económicas.

En esta ocasión es la miembro de Cambiemos, Marta Guillén, la que nos ofrece su sacrificio como cordero llevado al matadero por parecidos motivos. Considera ésta que ganar 1,5 veces el salario mínimo interprofesional para ella es una situación inviable y una asfixia económica a la que la somete el perverso Equipo de Gobierno.

Y siguiendo la estructura de las peroratas del Sr. Bernabé, primero haré una gracieta (porque el humor también puede ser utilizado perversamente en política si así interesa) y luego una comparación sin la más mínima relación entre los elementos que se comparan, (de algo le debió servir estudiar psicología), al más puro estilo de Pablo Iglesias, Echenique y compañía podemista. Como decía el gran Marx, Groucho y no Karl: “Estos son mis principios, y si no le gustan no se preocupe, que tengo otros”.

La comparación es esta: “La huida de la señora Guillén es como si un ciclista, a mitad de la Vuelta Ciclista a España, se baja de la bicicleta porque dice que le pagan poco en el equipo para el que milita”.

Como decía al principio, sospecho que la marcha de la señora Guillén obedece a otras razones muy diferentes a las que nos han querido contar desde el Grupo Cambiemos.        Para empezar, porque entre ganar 1,5 veces el salario mínimo interprofesional (13.150 euros al año más asistencias a órganos colegiados) y no ganar nada, yo me quedaría con la primera opción. Algo de pura lógica.

Y, profundizando algo más, porque es mucha casualidad que esto haya sucedido en el ecuador de la legislatura, justo cuando la señora Guillén estaba dando lo mejor de sí misma y desarrollando lo que todos sus compañeros consideraban una magnífica labor. Sorpresivamente, es entonces cuando coge y se va. ¡Increíble!. Tan increíble que no me lo creo en absoluto.

Me parece que los adalides de la democracia participativa y la transparencia nos quieren dar gato por liebre. Sería bueno recordar que con unos meses de antelación a las elecciones locales y en lo que consideraron un proceso participativo, la coalición había realizado la lista que concurriría a las elecciones municipales. Como resultado de aquel sistema de selección se produjo algo a todas luces extravagante, pues el primer candidato de Los Verdes obtenía un quinto lugar en la lista.

Y digo extravagante porque Izquierda Unida de haberse presentado con sus siglas, seguramente no habría obtenido representación, por lo que, sin lugar a dudas, se “aprovecharon” de lo sembrado por los Verdes para recoger ellos la cosecha. Finalmente, y fruto de las elecciones locales salieron elegidos como concejales Carlos Bernabé y Marta Guillén.

Por todo lo dicho anteriormente, considero que todo esto que ha sucedido en el seno de Cambiemos habría obedecido más bien, según mi opinión, a un ardid, un engaño, una triquiñuela, un pacto secreto consistente en meter a un miembro de los Verdes en el equipo de gobierno a mitad de legislatura, dijesen lo que dijesen las bases, las asambleas plenarias y las urnas (me viene a la cabeza el Sr. Maduro sin pretenderlo).

Pero, claro, como todas estas triquiñuelas y contubernios son cosas de la rancia derecha, vamos a adornarlo con forma de una dimisión con nobles razones (Marta Guillén), una renuncia (Manuel Mazón, también de Izquierda Unida) y otra renuncia más (Esther Serrano, de Podemos), hasta llegar al quinto puesto, el que corresponde al Verde Javier Gracia Gil.

Por tanto, señores y señoras qué menos que obtener media legislatura para un concejal de los suyos a cambio de la trascendental y suicida concesión que realizaron los Verdes a quienes ahora, por añadidura, les toca realizar una tarea de recomposición y pedagogía para mostrar a la sociedad oriolana quiénes son unos y quiénes son otros con el fin de mantener su independencia  para tener algunas opciones en caso de querer concurrir a las próximas elecciones municipales de 2019.

Y esta es la lectura de este humilde concejal del Partido Popular de Orihuela con respecto a los hechos acaecidos en el seno del Grupo Cambiemos Orihuela.

Rafael Almagro Palacios

 

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