El ‘abc’ de las ceremonias

Con la llegada de la primavera comienzan a proliferar las celebraciones de índole social
para las que peluquerías, centros de belleza y estética ofrecen tratamientos personalizados

A nadie escapa que, con la llegada de la primavera, proliferan las celebraciones de índole social y, en muchas ocasiones, de trasfondo religioso. Sobre todo, empiezan a llenar el calendario del fin de semana bodas y comuniones, sin dejar de lado los bautizos y otros acontecimientos señalados. Es, por ello, que centros de belleza y estética se afanan estos días en ofrecer los tratamientos más adecuados, en algunos casos integrales y personalizados, destinados a garantizar que tanto protagonistas como invitados luzcan como nunca antes.
Y es que lejos de frivolizar, pocos pueden ya negar que en la sociedad actual la imagen que ofrecemos a los demás habla por sí sola de nosotros mismos y de nuestra forma de presentarnos. Ya no sólo se trata de cuidar nuestro vestuario o calzado sino que también se hace necesario prestar atención a complementos, peinado y, en el caso de las mujeres, al maquillaje, el cuidado de las manos y, en épocas más cálidas, también el aspecto de nuestros pies, máxime cuando pensemos en lucir sandalias o zapato abierto.

En buenas manos
Siempre podemos intentar servirnos nosotros mismos, intentando para ello remedios caseros y tratamientos de cosecha propia. No obstante, el consejo, las recomendaciones y, sobre todo, el saber hacer de profesionales de la belleza tanto capilar como del rostro, las manos o los pies; de maquilladoras o maquilladores especializados en ceremonias y, cómo no, de esteticistas que nos ofrecen una extensa gama de tratamientos y soluciones para lucir espectaculares siempre nos garantizarán unos resultados difícilmente alcanzables por nuestra cuenta.
Con este especial, en ‘Activa’ queremos poner a disposición de nuestros lectores un catálogo de servicios profesionales y especializados indispensables a la hora de organizar nuestra asistencia a una ceremonia o cita señalada. Y no sólo eso. Sentirnos bien por fuera nos hará, sin duda alguna, sentirnos también bien por dentro, pues siempre viene bien darse el lujo de cuidarse.