Aunque para muchos parezca algo extraño, el Orihuela sigue a estas alturas sin anunciar ningún fichaje nuevo para su regreso a Segunda B, y ha centrado sus primeros trabajos de planificación de la temporada únicamente en la renovación de jugadores claves de la pasada campaña. Esto se debe a que el club decidió quedar a la espera de la finalización de las promociones de ascenso, con el fin de conocer los descartes de equipos importantes de la zona a los que poder ofrecer contrato en el nuevo Orihuela.
El no poder competir económicamente con otros equipos punteros de la categoría que le permita fichar a quien quiera y cuando quiera, el club se ve en la obligación de tener paciencia a la hora de iniciar el proceso de fichajes.
En ese sentido, el Orihuela espera hacerse con los servicios de jugadores que no tengan sitio en equipos importantes de las provincias de Alicante y Murcia, como el Elche, el Hércules, el Real Murcia, el UCAM o el Cartagena y que quieran seguir jugando por la zona. Otra opción puede ser la decesión por parte de algunos de estos equipos, de jóvenes para cumplir con las fichas sub’23 que exige la normativa en Segunda División B.
No obstante, la entidad oriolana no ha dejado de sondear el mercado con la intención de dar con algún futbolista que entre en sus parámetros económicos y que merezca la pena.
Cambio de preparador físico
Una de las novedades de los últimos días en el club ha sido el regreso a la parcela de la preparación física de Pedro Quesada (en la imagen) que ya ocupó el cargo en la temporada 2017-2018. El motivo es la marcha de Carlos Cabrelles, preparador físico del ascenso, que no continuará por motivos personales.
Los comentarios están cerrados.