En una espectacular y perfectamente planificada sesión fotográfica, la pareja de recién casados, Joaquín Navarrete Mateo y Paula Andrés Carrascosa, protagonizó una imagen inolvidable bajo la luz de la luna llena en la montaña de Benferri. Esta obra maestra fue posible gracias a la colaboración de seis fotógrafos apasionados, miembros de la asociación Fotógrafos Nocturnos 2.8 de Orihuela, que unieron sus talentos para hacer realidad esta visión.
La idea de capturar a una pareja de novios con la luna llena de fondo había estado en la mente de los fotógrafos Gerardo Cayuelas y Víctor Sarabia Grau desde hace tiempo, y qué mejor ocasión que la boda del cuñado de Gerardo para llevar a cabo esta ambiciosa sesión. Victor Sarabía, Gerardo Cayuelas Grao, Fernando Zerón, Alberto Zerón, José Antonio Barberá, y José Manuel Ruiz, comenzaron a planificar cada detalle para hacer que la foto fuera perfecta.
La planificación de la posición exacta de la luna, realizada con el programa Photopills, fue crucial para alinear a los novios con el astro en el momento justo. A pesar de que las nubes amenazaban con arruinar el plan, la suerte estuvo del lado del equipo, y la luna se elevó majestuosamente detrás de la pareja a las 8:10 de la tarde del 16 de septiembre.
El momento de la captura fue muy corto. La luna tenía apenas tres minutos para pasar por el punto ideal, y los novios, guiados por la experiencia de Víctor Sarabia, realizaron cuatro poses previamente ensayadas. La comunicación en tiempo real entre el equipo se mantuvo gracias a walkie-talkies, mientras que Sarabia, con una impresionante trayectoria como fotógrafo de bodas, aseguraba que cada detalle estuviera en su lugar.
Al final, la imagen lograda es un testimonio no solo de la planificación y la técnica fotográfica, sino también de la pasión y dedicación del equipo. “Si de algo estoy profundamente orgulloso en fotografía es de mis parejas de novios y, por supuesto, de mis compañeros fotógrafos de asociación, que sin ellos estas fotos no hubieran sido posibles sin su grandísima ayuda”, expresó Sarabia con gratitud.
Esta sesión postboda, marcada por el esfuerzo colectivo, es un claro ejemplo de que la fotografía es más que una técnica: es el resultado de la colaboración, la planificación y la pasión compartida.
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