Más exclusión y menos vivienda: el duro retrato de la pobreza en Alicante que presenta Cáritas
La Memoria 2024 de Cáritas Orihuela-Alicante refleja un incremento de la exclusión severa, especialmente entre mujeres, migrantes y personas sin hogar
Cáritas Diocesana de Orihuela-Alicante ha presentado su Memoria Anual 2024, donde alerta de un aumento preocupante de la exclusión residencial y administrativa que afecta a miles de personas vulnerables en la provincia. Durante el pasado año, la organización atendió de manera directa a 15.721 personas, alcanzando un total de 27.891 beneficiarios a través de su red de proyectos, centros y Cáritas Parroquiales.
Perfil de las personas atendidas: vulnerabilidad estructural y cronificada
El informe refleja un perfil marcado por la irregularidad administrativa: el 66,74% de los atendidos son de origen extranjero no comunitario, de los cuales 5.665 personas (el 54%) se encuentran en situación administrativa irregular, lo que limita su acceso a empleo, vivienda y derechos sociales básicos.
Además, el 66,3% de las personas atendidas fueron mujeres, evidenciando la feminización de la pobreza y la carga de cuidados no remunerados. También se ha incrementado la atención a jóvenes sin oportunidades laborales y a personas mayores en situación de abandono o precariedad.
El problema de la vivienda: un derecho cada vez más inaccesible
El acceso a una vivienda digna se consolida como uno de los mayores retos. Cáritas ha destinado 586.605 euros a ayudas al alquiler, un 45% más que en 2023, para evitar desahucios y facilitar alojamiento a familias en riesgo. No obstante, la entidad alerta de que cada vez más familias destinan más del 35% de sus ingresos al pago del alquiler, e incluso hasta un 80% en el caso de alquiler de habitaciones, situación habitual en personas migrantes o en situación irregular.
La organización denuncia la ausencia de un parque de vivienda social suficiente y la falta de políticas públicas efectivas para revertir esta situación de emergencia estructural.
El empleo como herramienta de autonomía personal
Durante 2024, 780 personas participaron en programas de empleo, de las cuales 144 accedieron a formación específica, 499 recibieron orientación laboral y 116 fueron atendidas por la agencia de colocación de Cáritas. Especial relevancia ha tenido la empresa de inserción Retextil, donde 18 personas en exclusión social accedieron a empleo protegido, recuperando hábitos laborales y autoestima.
Atención a personas sin hogar y exclusión social severa
El fenómeno del sinhogarismo se mantiene como uno de los grandes desafíos. En 2024 se atendió a 772 personas en situación de calle o infravivienda, con especial vulnerabilidad en mujeres víctimas de violencia (402 atendidas). Cáritas dispone de tres centros de acogida en Alicante, Elche y Orihuela, además de viviendas tuteladas y equipos de calle.
La entidad destaca que no se limita a ofrecer alojamiento temporal, sino que impulsa un modelo integral de acompañamiento social, psicológico y formativo para favorecer la recuperación de la autonomía de estas personas.
El voluntariado, pilar del modelo de Cáritas
Más de 1.268 voluntarios sostienen la labor de Cáritas en la diócesis, con presencia activa en 137 parroquias. Este trabajo se complementa con un equipo técnico de 103 profesionales, mayoritariamente financiados por subvenciones públicas.
En cuanto a la financiación, Cáritas gestionó en 2024 un total de 8,58 millones de euros en ingresos y 9,49 millones de euros en gastos, cubriendo el déficit de 911.000 euros con fondos propios.
Nueva campaña institucional: “Mientras haya personas, hay esperanza”
La entidad presentó su campaña 2025-2026 bajo el lema “Mientras haya personas, hay esperanza”, inspirada en el Jubileo de la Esperanza convocado por el Papa Francisco. Esta iniciativa quiere visibilizar la dignidad de las personas vulnerables y llamar al compromiso social y comunitario, especialmente en el Día de la Caridad.
Transformar, no sólo acompañar
Cáritas subraya que su acción va más allá de la atención inmediata: apuesta por transformar las causas estructurales de la pobreza, defendiendo una sociedad más justa e inclusiva. “No basta con acompañar, hay que transformar”, concluye la memoria.