Tres AMPAS de diferentes centros educativos de Callosa de Segura: del CEIP San Roque, del IES Santiago Grisolia y del CEIP La Paz lanzan un comunicado sobre la situación que se vive día a día en los tres centros y cómo se sienten, desamparados tanto por el ayuntamiento de la localidad como por la Generalitat:
“¿Qué más se puede hacer para que este proyecto se lleve a cabo? Esta es la pregunta que le planteó la presidenta de la AMPA del IES Santiago Grisolía a la entonces concejala de educación de Callosa de Segura en abril del 2024. La entonces concejala hizo lo que pudo dentro de los márgenes en los que se podía mover, o sea prácticamente nada. La presidenta de la AMPA tuvo que hablar uno por uno con los distintos partidos políticos para que se llegara a un acuerdo común en beneficio de la población de Callosa de Segura, todos estaban de acuerdo en que se tenía que hacer, pero se tardó más de lo esperado. Los tiempos para los políticos van por un lado, y los tiempos que pide la administración para que las cosas lleguen a tiempo van por otro. Por lo que, después de meses de lucha conseguimos que este simple trámite se llevara a cabo y se cediesen los solares donde se ubican actualmente las ruinas del antiguo IES Vega Baja junto con otros terrenos adyacentes. Esperanzados de que la Generalitat Valenciana incluyese el nuevo IES en los Presupuestos de 2025, algo a lo que se había comprometido el secretario autonómico, Daniel McEvoy hace apenas seis meses, la AMPA recibió como un jarro de agua fría a la no inclusión del proyecto en la previsión de gastos que aprobó el Consell el pasado mes de marzo.
Esta asociación considera que el argumento que se nos ha trasladado respecto a que los gastos generados por la DANA han imposibilitado incluir el proyecto es una lamentable excusa. Otros municipios de la provincia como Villena, San Miguel de Salinas, Petrer, Alicante o Calpe sí que han visto incluidas las inversiones necesarias en centros educativos, quedándonos en Callosa de Segura sin el nuevo IES Santiago Grisolía, prometido por la Administración desde el año 2003 y una vez más estamos en la casilla de salida sin haber justificado la Generalitat los hechos merecedores de la repudia a la que estamos sometidos, y sin ponderar las circunstancias concurrentes por parte de la administración educativa competente.
Pero no solo el IES Santiago Grisolía, también los colegios. El CEIP La paz a solo falta de licitación de las obras para una reforma completa del colegio mediante el Plan Edificant, esperado desde 2019. En el curso pasado 23/24 el secretario autonómico Daniel McEvoy también visitó el CEIP La Paz y se comprometió con la reforma. El edificio del colegio tiene una estructura de más de 45 años y sin poner un pegote, en el que día sí y día también se estropea algo. La reforma que tenían en proyecto era para la cubierta en mal estado, forjado y subsuelo ya que está apuntalado, cambio de ventanas y, reforma de aseos que están rotos y se atascan a diario, cableado eléctrico que está obsoleto y cambio de tuberías rotas que causan goteras diarias.
¿Ahora qué? ¿Cuánto tiempo más tiene que pasar para que los colegios se reformen? ¿Cómo puede un proyecto aprobado con un presupuesto de 1,9 millones de euros paralizarse? ¿Dónde está el dinero asignado para este colegio de Callosa?
El CEIP San Roque, contiguo al CEIP La Paz, también adolece de serias carencias, tanto en ventanales, forjado sanitario, instalación eléctrica, ventilación, etc., pues salvo pequeños «apaños» para salir del paso, no se han acometido reformas serias desde su construcción hace unas cuantas décadas. Actualmente, todo el subsuelo del colegio está inundado de agua, hecho que es de sobra conocido por las autoridades locales y autonómicas competentes, que vienen, toman nota y prometen dar una solución que nunca llega. Este gravísimo problema está provocando el deterioro a pasos agigantados de los cimientos del centro, con el consiguiente peligro para la estructura del edificio y la integridad de sus ocupantes. ¿Tenemos que esperar a que ocurra una desgracia para que las autoridades actúen?
Las aulas prefabricadas se instalaron en el IES Santiago Grisolía en septiembre del año 1999 como una solución temporal al exceso de alumnos, pero hace ya años que el centro ha pasado de ser un IES de dos líneas a uno de cuatro o cinco dependiendo del curso, y todo en un edificio que no está pensado para ello. Hemos visto pasar a todos los partidos políticos desde entonces y la colaboración llevada a cabo por los mismos ha sido estéril, tanto en Valencia como en Callosa de Segura y después de 26 años solamente nos queda pensar que la educación no es importante para nuestros políticos. Todos sin excepción han pasado sin pena ni gloria, o tal vez sea que la medalla para colgarse es demasiado pequeña para perder el tiempo.
Queremos recordar que fue durante el mandato 2003-2007 cuando estuvimos más cerca de conseguirlo; por entonces se acordó la construcción del nuevo IES Vega Baja en su ubicación actual y que la parcela que dejaba libre, más otra que se anexionó, albergaría el nuevo IES Santiago Grisolía. El nuevo IES Vega Baja sí se convirtió en una realidad en 2007, pero desgraciadamente, después incluso de haberse aprobado el proyecto de construcción en 2009 y concederse la licencia de obra en 2010, el nuevo IES Santiago Grisolía jamás se llegó a ejecutar.
El 17 de septiembre de 2024 se reúnen el director general, José Mª Larena y miembros de la corporación del Excmo. ayuntamiento de Callosa de Segura, quedando dicha reunión en humo, ya que a día de hoy no se ha percibido ninguna señal de que la realidad del IES Santiago Grisolía vaya a cambiar.
Desde la AMPA, alarmados por la pasividad mostrada ante estos hechos por parte del Ayuntamiento de Callosa, le solicitamos colaboración para exigir a la Generalitat Valenciana la solución a un problema que de cara al próximo curso va a provocar una situación insostenible. Como recordamos hace un año, ni con los barracones, instalados desde 1999, se podrá asumir la demanda de alumnos que llegará en el mes de septiembre. No existe más espacio físico para poder impartir clases, ya que actualmente se están utilizando la biblioteca, el salón de actos e incluso los talleres sanitarios de FP para dar las clases de la ESO y Bachillerato. El hacinamiento se suma a otras carencias ya denunciadas como el mal estado del edificio, que provoca la constante caída de azulejos, desprendimiento de cristales o una instalación eléctrica obsoleta que continuamente deja sin luz al alumnado.
La semana pasada nos pusimos en contacto con el Departamento de Infraestructuras de la Conselleria para recordarles la extrema gravedad de la situación y esperamos una pronta respuesta desde Valencia. Mientras tanto, reiteramos nuestra petición de ayuda al Ayuntamiento de Callosa de Segura para que nos acompañe en las próximas acciones reivindicativas que ya estamos preparando si no se pone solución definitiva al grave problema que llevamos viviendo desde hace décadas.