Almoradí contará con una nueva estación depuradora de aguas residuales (EDAR) tras la inversión de 19 millones de euros por parte de la Generalitat Valenciana. Esta infraestructura, que será la tercera en el municipio, permitirá reutilizar el agua tratada en el riego agrícola, gracias a la incorporación del tratamiento terciario.
El conseller de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio, Vicente Martínez Mus, ha visitado las obras junto al secretario autonómico de Infraestructuras y Transporte, Javier Sendra, y la alcaldesa de Almoradí, María Gómez. Durante su intervención, Martínez Mus ha calificado la actuación como “una inversión histórica en una instalación moderna y con mayor capacidad de depuración de agua”.
Gran impacto en el desarrollo urbano e industrial
La nueva depuradora dará servicio a 41.400 habitantes, integrando los caudales de la actual planta del casco urbano y de la pedanía de El Saladar, y alcanzando una capacidad total de 6.000 m³ diarios (1,19 hm³ anuales).
El conseller ha subrayado que la EDAR “mejorará la calidad de las aguas tratadas para cumplir la normativa europea de reutilización agrícola” y se enmarca en el objetivo del Consell de llegar a reutilizar el 45 % del agua tratada en la Comunitat Valenciana antes de que finalice la legislatura.
Además, la planta atenderá a criterios de integración paisajística y sostenibilidad, evitando molestias por ruidos u olores, ya que se ubicará en edificios cerrados, insonorizados y desodorizados.
Un proyecto clave ante las nuevas restricciones del trasvase Tajo-Segura
Tanto el conseller como la alcaldesa han coincidido en que esta obra es “imprescindible”, especialmente tras hacerse públicas las nuevas normas de explotación del trasvase Tajo-Segura, que ambos han considerado “un castigo para la Comunitat Valenciana”. En este sentido, María Gómez ha destacado que “tenemos que cumplir con la depuración de nuestras aguas, y esta infraestructura era una necesidad imperiosa para el municipio”.
El proyecto contempla además la construcción de dos estaciones de bombeo: una que impulsará las aguas desde el casco urbano y otra desde El Saladar, además de una conducción de retorno para el vertido autorizado de las aguas ya depuradas.
Más apoyo para evitar inundaciones en El Saladar
En paralelo a esta actuación, el Ayuntamiento de Almoradí ha solicitado a la Diputación de Alicante colaboración para prevenir inundaciones en El Saladar. La alcaldesa, María Gómez, y el concejal de Ciclo Hídrico, Domingo Andreu, se han reunido con la vicepresidenta de la Diputación y diputada de Ciclo Hídrico, Ana Serna, para abordar la renovación de acequias y entronques en puntos críticos de esta pedanía.
Ana Serna ha mostrado la predisposición de la Diputación a estudiar soluciones técnicas, afirmando que “solo con infraestructuras podemos combatir los efectos de las lluvias intensas”.
La problemática se localiza en la intersección entre los azarbes de Abanilla y de las Viñas, ejecutada a 90º, lo que dificulta el desagüe y agrava los efectos de las lluvias en zonas urbanas. La solución pasa por rediseñar el encuentro entre azarbes para permitir un flujo más eficiente del agua.
María Gómez ha insistido en que este tipo de actuaciones son prioritarias para Almoradí, y ha asegurado que el equipo de gobierno “trabaja intensamente en materia de Ciclo Hídrico para proteger a los vecinos ante fenómenos meteorológicos extremos”.