El Cross Nocturno navideño abarrota las calles con miles de corredores y espectadores
Algo más de 900 participantes certificaron, un año más, el éxito del Cross Nocturno Ciudad de Orihuela, que celebró el pasado sábado día 26 su octava edición.
Como viene siendo habitual en esta prueba de 6.500 metros, la originalidad adquirió un papel destacado con la presencia de numerosos corredores disfrazados en una mágica noche teñida de color y espectáculo, en la que no faltó un entusiasmado público que abarrotó gran parte del recorrido estrictamente urbano. De hecho, uno de los premios de la carrera iba dirigido al mejor disfraz individual y al mejor colectivo. El individual fue para José Antonio Gómiz, un atleta de Almoradí que se vistió de cohete del espacio; y el colectivo para unos corredores que iban disfrazados de Portal de Belén, con todos los detalles incluidos.
También llamó la atención la participación de miembros de la Plataforma Pro-Ciudad Deportiva que aprovecharon la carrera para seguir manteniendo su reivindicación. Otra particularidad de esta prueba es que su meta se sitúa en la explanada del Seminario, en lo alto del monte de San Miguel. Esto supone que los participantes, tras recorrer el trazado llano por las calles, tienen que afrontar un último y dificultoso sector para alcanzar la codiciada meta. No obstante, el bueno humor que estuvo presente en todo momento, ayudó sin duda a los corredores a pasar mejor ese tan complicado momento.
En lo deportivo, la clasificación estuvo encabezada por Ignacio Hernández, del Atletismo Dolores, que fue el vencedor absoluto, seguido de Héctor Varano del Grupo Alcaraz, y Rachdi Boumediene del Club Atlético Oriol.
La primera fémina en atravesar la línea de meta fue Fuencisla Juan del Marathon Crevillent, seguida de Teresa Marco del Club Atletismo Valladolid, y la independiente Inma Amores.