La decisión de la Junta Mayor de Semana Santa de Orihuela de separar las cofradías que procesionan Lunes y Martes Santo no deja de generar controversias entre los devotos de la Semana de Pasión oriolana. A las continuas críticas vertidas acerca de los cambios de horario, los parones entre cofradías y la falta de información de algunos itinerarios se suma una nueva polémica acerca del alquiler de las sillas para ver las procesiones.
“Un negocio a costa de los fieles”
Tal y como denuncian los propios clientes, la empresa encargada de gestionar los bonos estaría cobrando el doble de dinero por la misma silla. Así, al producirse un desdoble en las procesiones de Lunes y Martes Santo, la empresa no cobra por día como hasta ahora, sino que estaría pidiendo a los interesados comprar un abono por cada procesión. De esta manera, un servicio que costaba entre 5 y 6 euros por día y silla ha pasado a costar 10 y 12 euros para aquellos que estén interesados en ver las procesiones al completo.
En este sentido, muchos de los devotos que acceden a estos asientos denuncian cómo tras acabar la primera procesión han sido conminados a levantarse para que otra persona ocupe su lugar para la segunda tanda de cofradías. “Estafa”, “un negocio a costa de los fieles” y “robo”, son algunos de los comentarios más escuchados estos días de boca de los clientes, que afirman sentirse decepcionados con esta situación.
Incumplimiento del contrato
Ante este aluvión de críticas, desde la Junta Mayor de Cofradías, Hermandades y Mayordomías de la Semana Santa de Orihuela afirman que están en contra de esta “práctica abusiva” y que así se lo hicieron constar a la empresa organizadora. El presidente de la Junta, Pepe Sáez Sironi, explica que se está realizando un incumplimiento del contrato, el cual establece que el precio fijado por silla debe ser por un servicio diario y no por procesiones.
Ante esta violación del documento firmado entre ambas partes, la Junta admite estar “muy enfadada” y asegura que pasada la Semana Santa procederán a reunirse para valorar la situación y tomar las acciones necesarias para exigir responsabilidades a la organizadora.
“Engañados por la Junta”
Por su parte, la empresa, que lleva haciéndose cargo del servicio desde hace más de 40 años, asegura que todo se debe a un engaño por parte de la Junta: “Actuaron con picardía al firmar el contrato. Me dijeron que, con respecto a años anteriores, sólo se modificaba la duración del mismo”.
En esta línea, el encargado de dirigir la empresa de las sillas explica que, presuntamente, la Junta habría incluido una nueva cláusula que establecía que las sillas no podían venderse por procesión sin avisarles previamente: “Confié en ellos y firmé. Cuando nos dimos cuenta ya estaba toda la organización en marcha y no podíamos cambiarlo. Me siento engañado“.
Este nuevo contrato modificaba también la duración del mismo, que pasó de ser de dos años a uno, lo que supone, en palabras de la empresa “un movimiento sospechoso“: “Creemos que están haciendo todo esto para desprestigiarnos y quitarnos la concesión de las sillas para que sea la Junta quien las gestione a partir de ahora”
Con casi 6.000 sillas para alquilar durante más de una semana, la empresa y la Junta depuran responsabilidades la una en la otra, siendo, sin duda los fieles de la Semana Santa de Orihuela los que más están perdiendo en todo este asunto.